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130 + Promesas de Dios En la Biblia (Las Mas Importantes)

130 + Promesas de Dios En la Biblia (Las Mas Importantes)

Disfruta de las 130 Promesas de Dios más importantes en la Biblia:

Lista de las Promesas de Dios en la Biblia:

Filipenses 4 19.
Dios colmará con magnificencia todas las necesidades de ustedes, conforme a su riqueza, en Cristo Jesús.

Jeremías 29 11.
Porque yo conozco muy bien los planes que tengo proyectados sobre ustedes son planes de prosperidad y no de desgracia, para asegurarles un porvenir y una esperanza.

2 Pedro 1 4.
Gracias a ella, se nos han concedido las más grandes y valiosas promesas, a fin de que ustedes lleguen a participar de la naturaleza divina, sustrayéndose a la corrupción que reina en el mundo a causa de la concupiscencia.

Isaías 41 10.
No temas, porque yo estoy contigo, no te inquietes, porque yo soy tu Dios; yo te fortalezco y te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.

Romanos 8 28.
Sabemos, además, que Dios dispone, todas las cosas para el bien de los que lo aman, de aquellos que él llamó según su designio.

Juan 3 16.
Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna.

Salmo 37 4.
Encomienda tu suerte al Señor, confía en él, y él hará su obra.

Isaías 43 2.
Porque yo soy el Señor, tu Dios, el Santo de Israel, tu salvador. Yo entregué a Egipto parta tu rescate, a Cus y a Sebá a cambio de ti.

Josué 23 14.
Ya estoy a punto de irme por el camino que les toca recorrer a todos. Reconozcan entonces con todo su corazón y con toda su alma, que ni una sola de todas esas admirables promesas que les hizo el Señor, ha caído en el vacío todas se han cumplido, y no falló ni una sola.

2 Corintios 1 20.
En efecto, todas las promesas de Dios encuentran su sí en Jesús, de manera que por él decimos Amén a Dios, para gloria suya.

Juan 16 13.
Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.

Éxodo 20 12.
Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una larga vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te da.

 

Filipenses 1 6.
Estoy firmemente convencido de que aquel que comenzó en ustedes la buena obra la irá completando hasta el Día de Cristo Jesús.

Isaías 41 13.
Porque yo, el Señor, soy tu Dios, el que te sostengo de la mano derecha y te digo ¿No temas, yo vengo en tu ayuda .

Números 23 19.
Dios no es un hombre, para mentir; ni es un mortal, para desdecirse ¿Acaso él dice y no hace, promete una cosa y no cumple?

 

1 Crónicas 16 34.
¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!

Romanos 10 9 al 10.
Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado. Con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la salvación.

Salmo 50 15.
Invócame en los momentos de peligro yo te libraré, y tú me glorificarás .

 

Nahum 1 7.
El Señor es bueno con los que esperan en él, es un refugio en el día de la angustia; reconoce a los que confían en él.

Juan 8 36.
Jesús les respondió Les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado.

Salmo 32 8.
Yo te instruiré, te enseñaré el camino que debes seguir; con los ojos puestos en ti, seré tu consejero.

 

 

Santiago 1 2 al 3.
Hermanos, alégrense profundamente cuando se vean sometidos a cualquier clase de pruebas, sabiendo que la fe, al ser probada, produce la paciencia.

Tito 1 2.
Con la esperanza de la Vida eterna. Esta Vida ha sido prometida antes de todos los siglos por el Dios que no miente.

Salmo 138 7.
Si camino entre peligros, me conservas la vida, extiendes tu mano contra el furor de mi enemigo, y tu derecha me salva.

Salmo 18 3.
Invoqué al Señor, que es digno de alabanza y quedé a salvo de mis enemigos.

Malaquías 4 2.
Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.

Génesis 9 13.
Yo pongo mi arco en las nubes, como un signo de mi alianza con la tierra.

 

Salmo 34 4.
Busqué al Señor él me respondió y me libró de todos mis temores.

Romanos 8 31 al 35.
¿Qué diremos después de todo esto? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos concederá con él toda clase de favores? ¿Quién podrá acusar a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién se atreverá a condenarlos? ¿Será acaso Jesucristo, el que murió, más aún, el que resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros? ¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones, las angustias, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada?

Salmo 107 13 al 16.
Pero en la angustia invocaron al Señor, y él los libró de sus tribulaciones los sacó de las tinieblas y las sombras, e hizo pedazos sus cadenas. Den gracias al Señor por su misericordia y por sus maravillas en favor de los hombres, porque él destrozó las puertas de bronce y quebró los cerrojos de hierro.

 

1 Juan 3 2 al 3.
Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. El que tiene esta esperanza en él, se purifica, así como él es puro.

Santiago 1 17.
Todo lo que es bueno y perfecto es un don de lo alto y desciende del Padre de los astros luminosos, en quien no hay cambio ni sombra de declinación.

Juan 3 36.
El que cree en el Hijo tiene Vida eterna. El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.

Romanos 4 21.
Plenamente convencido de que Dios tiene poder para cumplir lo que promete.

Salmo 103 12.
Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.

Juan 3 3.
Jesús le respondió Te aseguro que el que no renace de lo alto no puede ver el Reino de Dios.

 

Salmo 119 165.
Los que aman tu ley gozan de una gran paz, nada los hace tropezar.

Apocalipsis 1 3.
Feliz el que lea, y felices los que escuchen las palabras de esta profecía y tengan en cuenta lo que está escrito en ella, porque el tiempo está cerca.

1 Timoteo 4 8.
Los ejercicios físicos son de poca utilidad; la piedad, en cambio, es útil para todo, porque encierra una promesa de Vida para el presente y para el futuro.

 

Hechos 2 38 al 39.
Pedro les respondió Conviértanse y háganse bautizar en el nombre de Jesucristo para que les sean perdonados los pecados, y así recibirán el don del Espíritu Santo. Porque la promesa ha sido hecha a ustedes y a sus hijos, y a todos aquellos que están lejos a cuantos el Señor, nuestro Dios, quiera llamar .

Filipenses 4 6 al 9.
No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús. En fin, mis hermanos, todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de sus pensamientos. Pongan en práctica lo que han aprendido y recibido, lo que han oído y visto en mí, y el Dios de la paz estará con ustedes.

Isaías 49 25.
Ahora bien, así habla el Señor Sí, al guerrero se le quitará el cautivo y al violento se le escapará el botín; yo mismo litigaré con tus litigantes y yo mismo salvaré a tus hijos.

 

Romanos 8 38 al 39.
Porque tengo la certeza de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.

Apocalipsis 3 5.
El vencedor recibirá una vestidura blanca, nunca borraré su nombre del Libro de la Vida y confesaré su nombre delante de mi Padre y de sus Ángeles .

Juan 14 2 al 3.
En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes.

 

Lucas 11 9 al 13.
También les aseguro pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. ¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿Y si le pide un pescado, le dará en su lugar una serpiente? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan .

Ezequiel 36 26.
Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne.

Malaquías 3 10.
Lleven el diezmo íntegro a la casa del Tesoro, para que haya alimento en mi Casa. Sométanme a esta prueba, dice el Señor de los ejércitos, y verán si no les abro las compuertas del cielo y derramo para ustedes la bendición en abundancia.

 

2 Pedro 3 9.
El señor no tarda en cumplir lo que ha prometido, como algunos se imaginan, sino que tiene paciencia con ustedes porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan.

Salmo 9 9 al 10.
El Señor es un baluarte para el oprimido, un baluarte en los momentos de peligro. ¡Confíen en ti los que veneran tu Nombre, porque tú no abandonas a los que te buscan!

Juan 14 27.
Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman!

 

Salmo 34 10.
Los ricos se empobrecen y sufren hambre, pero los que buscan al Señor no carecen de nada.

Gálatas 3 22.
Pero, de hecho, la Ley escrita sometió todo al pecado, para que la promesa se cumpla en aquellos que creen, gracias a la fe en Jesucristo.

Salmo 86 5.
Tú, Señor, eres bueno e indulgente, rico en misericordia con aquellos que te invocan.

 

Hebreos 9 15.
Por eso, Cristo es mediador de una Nueva Alianza entre Dios y los hombres, a fin de que, habiendo muerto para redención de los pecados cometidos en la primera Alianza, los que son llamados reciban la herencia eterna que ha sido prometida.

Juan 15 7 al 8.
Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.

1 Reyes 8 56.
¡Bendito sea el Señor, que ha dado a su pueblo el descanso, conforme a todo lo que había dicho! No ha caído por tierra ninguna de las promesas que él hizo por medio de tu servidor Moisés.

Lucas 18 27.
Jesús respondió Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios .

Salmo 34 8.
¡Gusten y vean qué bueno es el Señor! ¡Felices los que en él se refugian!

2 Corintios 7 1.
Ya que poseemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que mancha el cuerpo o el espíritu, llevando a término la obra de nuestra santificación en el temor de Dios.

Jeremías 30 17.
Sí, yo cicatrizaré tu llaga y te sanaré de todas tus heridas –oráculo del Señor– porque te llaman La Expulsada, esa Sión, de la que nadie se preocupa .

Romanos 6 23.
Porque el salario del pecado es la muerte, mientras que el don gratuito de Dios es la Vida eterna, en Cristo Jesús, nuestro Señor.

Filipenses 4 13.
Yo lo puedo todo en aquel que me conforta.

Isaías 40 29 al 31.
El fortalece al que está fatigado y acrecienta la fuerza del que no tiene vigor. Los jóvenes se fatigan y se agotan, los muchachos tropiezan y caen. Pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, despliegan alas como las águilas; corren y no se agotan, avanzan y no se fatigan.

Hebreos 10 23.
Mantengamos firmemente la confesión de nuestra esperanza, porque aquel que ha hecho la promesa es fiel.

Miqueas 7 19.
Él volverá a compadecerse de nosotros y pisoteará nuestras faltas. Tú arrojarás en lo más profundo del mar todos nuestros pecados.

2 Pedro 3 13.
Pero nosotros, de acuerdo con la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitará la justicia.

Éxodo 14 14.
El Señor combatirá por ustedes, sin que ustedes tengan que preocuparse por nada .

Jeremías 7 5 al 7.
Pero si ustedes enmiendan realmente su conducta y sus acciones, si de veras se hacen justicia unos a otros, si no oprimen al extranjero, al huérfano y a la viuda, si no derraman en este lugar sangre inocente, si no van detrás de otros dioses para desgracia de ustedes mismos, entonces yo haré que ustedes habiten en este lugar, en el país que he dado a sus padres desde siempre y para siempre.

Mateo 11 28 al 29.
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio.

Isaías 54 17.
Ninguna herramienta forjada contra ti resultará eficaz, y tú desmentirás a toda lengua que se alce para juzgarte. Esta es la herencia de los servidores del Señor, ésta es la victoria que yo les aseguro.

Proverbios 1 33.
Pero el que me escucha vivirá seguro y estará tranquilo, sin temer ningún mal .

Romanos 4 13.
En efecto, la promesa de recibir el mundo en herencia, hecha a Abraham y a su posteridad, no le fue concedida en virtud de la Ley, sino por la justicia que procede de la fe.

Salmo 19 7.
La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma; el testimonio del Señor es verdadero, da sabiduría al simple.

2 Crónicas 7 14.
Si mi pueblo, el que es llamado con mi Nombre, se humilla y suplica, si busca mi rostro y se convierte de sus malos caminos, yo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y haré que su país se restablezca.

Mateo 7 9 al 11.
¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pez, le da una serpiente? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará cosas buenas a aquellos que se las pidan!

Deuteronomio 31 8.
El Señor irá delante de ti, él estará contigo y no te abandonará ni te dejará desamparado. No temas ni te acobardes .

Salmo 34 17.
Los ricos se empobrecen y sufren hambre, pero los que buscan al Señor no carecen de nada.

Versículos de promesas de dios

Salmo 27 1.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré?

Deuteronomio 7 9.
Reconoce, entonces, que el Señor, tu Dios, es el verdadero Dios, el Dios fiel, que a lo largo de mil generaciones, mantiene su alianza y su fidelidad con aquellos que lo aman y observan sus mandamientos.

Juan 14 13 al 16.
Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi Hombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré. Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes.

Deuteronomio 31 6.
¡Sean fuertes y valientes! No tengan miedo ni tiemblen ante ellas. Porque el Señor, tu Dios, te acompaña, y él no te abandonará ni te dejará desamparado .

2 Corintios 12 9 al 10.
Pero él me respondió Te basta mi gracia, porque mi poder triunfa en la debilidad . Más bien, me gloriaré de todo corazón en mi debilidad, para que resida en mí el poder de Cristo. Por eso, me complazco en mis debilidades, en los oprobios, en las privaciones, en las persecuciones y en las angustias soportadas por amor de Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Isaías 58 6.
Este es el ayuno que yo amo soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos.

Josué 1 9.
¿Acaso no soy yo el que te ordeno que seas fuerte y valiente? No temas ni te acobardes, porque el Señor, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas .

Juan 11 25 al 26.
Jesús le dijo Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto? .

Proverbios 22 6.
Inicia al niño en el camino que debe seguir, y ni siquiera en su vejez se apartará de él.

Proverbios 3 5 al 6.
Confía en el Señor y de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia; reconócelo a él en todos sus caminos y él allanará tus senderos.

Salmo 89 34.
Pero a él no le retiraré mi amor ni desmentiré mi fidelidad.

2 Corintios 9 8.
Por otra parte, Dios tiene poder para colmarlos de todos sus dones, a fin de que siempre tengan lo que les hace falta, y aún les sobre para hacer toda clase de buenas obras.

Hebreos 13 5.
No se dejen llevar de la avaricia, y conténtense con lo que tienen, porque el mismo Dios ha dicho No te dejaré ni te abandonaré.

1 Juan 2 25.
La promesa que él nos hizo es esta la Vida eterna.

Efesios 2 8.
Porque ustedes han sido salvados por su gracia, mediante la fe. Esto no proviene de ustedes, sino que es un don de Dios.

Salmo 100 5.
¡Qué bueno es el Señor! Su misericordia permanece para siempre, y su fidelidad por todas las generaciones.

Proverbios 13 11.
La riqueza adquirida de golpe no dura, pero el que junta poco a poco, la acrecienta.

Salmo 37 23 al 24.
Aunque caiga no quedará postrado, porque el Señor lo lleva de la mano. Yo fui joven, ahora soy viejo, y nunca vi un justo abandonado, ni a sus hijos mendigando el pan.

1 Pedro 2 24.
Él llevó sobre la cruz nuestros pecados, cargándolos en su cuerpo, a fin de que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Gracias a sus llagas, ustedes fueron curados.

1 Corintios 10 13.
Hasta ahora, ustedes no tuvieron tentaciones que superen sus fuerzas humanas. Dios es fiel, y él no permitirá que sean tentados más allá de sus fuerzas. Al contrario, en el momento de la tentación, les dará el medio de librarse de ella, y los ayudará a soportarla.

Josué 21 45.
Ni una sola de las admirables promesas que el Señor había hecho a los israelitas cayó en el vacío todas se cumplieron.

Salmo 145 9.
El Señor es bueno con todos y tiene compasión de todas sus criaturas.

Gálatas 3 16.
Las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. La Escritura no dice y a los descendientes , como si se tratara de muchos, sino en singular y a su descendencia, es decir, a Cristo.

1 Juan 1 9.
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y purificarnos de toda maldad.

Promesas de Dios para tu Vida

Salmo 23 4.
Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo tu vara y tu bastón me infunden confianza.

2 Timoteo 3 16.
Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia.

Isaías 54 10.
Aunque se aparten las montañas y vacilen las colinas, mi amor no se apartará de ti, mi alianza de paz no vacilará, dice el Señor, que se compadeció de ti.

Santiago 5 14 al 15.
Si está enfermo, que llame a los presbíteros de la Iglesia, para que oren por él y lo unjan con óleo en el nombre del Señor. La oración que nace de la fe salvará al enfermo, el Señor lo aliviará, y si tuviera pecados, le serán perdonados.

Isaías 26 3.
Su carácter es firme, y tú la conservas en paz. porque ella confía en ti.

Éxodo 15 26.
Luego les dijo Si escuchas realmente lo voz del Señor, tu Dios, y practicas lo que es recto a sus ojos, si prestas atención a sus mandamientos y observas todos sus preceptos, no te infligiré ninguna de las enfermedades que envié contra Egipto, porque yo, el Señor, soy el que te da la salud .

Santiago 4 7.
Sométanse a Dios; resistan al demonio, y él se alejará de ustedes.

Mateo 6 31 al 33.
No se inquieten entonces, diciendo ¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos? . Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan. Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura.

1 Pedro 5 10.
El Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna en Cristo, después que hayan padecido un poco, los restablecerá y confirmará, los hará fuertes e inconmovibles.

Juan 16 33.
Les digo esto para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor yo he vencido al mundo .

2 Samuel 7 28.
Ahora, Señor, tú eres Dios, tus palabras son leales y has prometido estos bienes a tu servidor.

Salmo 84 11.
Porque el Señor es sol y escudo; Dios da la gracia y la gloria, y no niega sus bienes a los que proceden con rectitud.

Juan 5 28 al 29.
No se asombren se acerca la hora en que todos los que están en las tumbas oirán su voz y saldrán de ellas los que hayan hecho el bien, resucitarán para la Vida; los que hayan hecho el mal, resucitarán para el juicio.

Santiago 1 5.
Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que la pida a Dios, y la recibirá, porque él la da a todos generosamente, sin exigir nada en cambio.

Apocalipsis 3 20.
Yo estoy junto a la puerta y llamo si alguien oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos.

Salmo 103 2 al 5.
Él perdona todas tus culpas y cura todas tus dolencias; rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de ternura; él colma tu vida de bienes, y tu juventud se renueva como el águila. El Señor hace obras de justicia y otorga el derecho a los oprimidos.

Marcos 11 24.
Por eso les digo Cuando pidan algo en la oración, crean que ya lo tienen y lo conseguirán.

1 Tesalonicenses 5 24.
El que los llama es fiel, y así lo hará.

1 Pedro 5 7.
Descarguen en él todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes.

Gálatas 5 22 al 23.
Por el contrario, el fruto del Espíritu es amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre y temperancia. Frente a estas cosas, la Ley está demás.

Efesios 3 16 al 19.
Que él se digne fortificarlos por medio de su Espíritu, con forme a la riqueza de su gloria, para que crezca en ustedes el hombre interior. Que Cristo habite en sus corazones por la fe, y sean arraigados y edificados en el amor. Así podrán comprender, con todos los santos, cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, en una palabra, ustedes podrán conocer el amor de Cristo, que supera todo conocimiento, para ser colmados por la plenitud de Dios.

2 Corintios 4 8 al 9.
Estamos atribulados por todas partes, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no aniquilados.

Isaías 61 1.
El espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. El me envió a llevar la buena noticia a los pobres, a vender los corazones heridos, a proclamar la liberación a los cautivos y la libertad a los prisioneros.

Génesis 9 11.
Yo estableceré mi alianza con ustedes los mortales ya no volverán a ser exterminados por las aguas del Diluvio, ni habrá otro Diluvio para devastar la tierra .

Romanos 5 8.
Pero la prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores.

Apocalipsis 21 4.
Él secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó .

Espero hayas disfrutado de las  130 Promesas de Dios más importantes en la Biblia y que todas las promesas de Dios se manifiesten en tu vida