Jesús Y Los Enfermos Citas Bíblicas
Jesús Y Los Enfermos Citas Bíblicas es un tema importante en la Biblia. A lo largo de las Escrituras, vemos cómo Jesús muestra compasión y poder para sanar a los enfermos. Aquí hay 50 versículos bíblicos que hablan sobre Jesús y su relación con los enfermos:
1. Mateo 4:23 – “Y recorría Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia entre el pueblo”.
2. Mateo 8:2-3 – “Y vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Y extendiendo Jesús la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra quedó limpia”.
3. Mateo 9:35 – “Y recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia”.
4. Mateo 10:1 – “Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia”.
5. Mateo 10:8 – “Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”.
6. Lucas 4:40 – “Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba”.
7. Lucas 10:9 – “Y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios”.
8. Lucas 13:12 – “Y cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad”.
9. Lucas 17:15-16 – “Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano”.
10. Juan 5:8-9 – “Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo”.
11. Hechos 5:16 – “Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados”.
12. Hechos 9:34 – “Y Pedro le dijo: Enoc, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó”.
13. Hechos 10:38 – “cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”.
14. Hechos 19:12 – “de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían”.
15. Santiago 5:14-15 – “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados”.
16. Marcos 1:34 – “Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían”.
17. Marcos 5:34 – “Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote”.
18. Marcos 6:13 – “Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban”.
19. Marcos 16:18 – “y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”.
20. Lucas 9:2 – “Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos”.
21. Lucas 9:11 – “Pero las multitudes, al saberlo, le siguieron; y él las recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados”.
22. Lucas 14:4 – “Pero ellos callaron. Y él, tomándolo, lo sanó y le despidió”.
23. Lucas 17:19 – “Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado”.
24. Lucas 18:42 – “Y Jesús le dijo: Recíbete la vista; tu fe te ha salvado”.
25. Juan 4:47 – “Cuando oyó este que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir”.
26. Juan 9:7 – “y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo”.
27. Hechos 3:6 – “Pero Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”.
28. Hechos 14:9 – “Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado”.
29. Hechos 28:8 – “Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó”.
30. Santiago 5:16 – “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”.
31. Mateo 14:14 – “Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos había enfermos”.
32. Mateo 14:36 – “Y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos”.
33. Mateo 15:30 – “Y se acercó a él una gran multitud, que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó”.
34. Mateo 19:2 – “Y le siguieron muchas gentes; y los sanó allí”.
35. Marcos 3:10 – “Porque a él había sanado muchos, de manera que todos los que tenían enfermedades le apretaban para tocarle”.
36. Marcos 6:56 – “Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban, quedaban sanos”.
37. Lucas 6:19 – “Y toda la multitud procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos”.
38. Lucas 8:43-44 – “Y una mujer que había tenido flujo de sangre desde hacía doce años, y había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se le paró”.
39. Lucas 17:14 – “Cuando Jesús los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados”.
40. Juan 6:2 – “Y una gran multitud le seguía, porque veían las señales que hacía en los enfermos”.
41. Hechos 8:7 – “Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados”.
42. Hechos 28:9 – “Y después de esto, aconteció que el padre de Publio enfermó de fiebre y de disentería; y Pablo entró a verle, y habiendo orado, le impuso las manos, y le sanó”.
43. Santiago 5:15 – “Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados”.
44. Mateo 21:14 – “Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó”.
45. Marcos 1:41 – “Entonces, Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio”.
46. Marcos 7:32-35 – “Y le trajeron un sordo, que además tartamudeaba, y le rogaron que le pusiera la mano encima. Y apartándole de la multitud a un lado, metiendo los dedos en los oídos de él, le tocó la lengua con saliva; y levantando los ojos al cielo, gimió, y le dijo: Efata, es decir: Sé abierto. Y al instante fueron abiertos sus oídos, y se desató la ligadura de su lengua, y hablaba correctamente”.
47. Lucas 4:39 – “Entonces, estando ella allí, se le acercó y conminó a la fiebre; y la fiebre la dejó, y ella se levantó en seguida y les servía”.
48. Lucas 8:48 – “Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz”.
49. Lucas 13:14 – “Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo”.
50. Juan 11:43-44 – “Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir”.
Es evidente que Jesús tenía un corazón compasivo y poderoso para sanar a los enfermos. Estos versículos nos muestran el amor y la misericordia de Jesús hacia aquellos que sufren. Jesús Y Los Enfermos Citas Bíblicas nos enseñan la importancia de confiar en Él para recibir sanidad y también nos animan a orar por los enfermos y buscar la intervención divina en sus vidas.