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50 Versículos Bíblicos sobre la Tristeza


Versículos De La Biblia Sobre La Tristeza: Encuentra consuelo en las palabras sagradas

La tristeza es una emoción humana común que todos enfrentamos en diferentes momentos de nuestras vidas. Sin embargo, la Biblia nos ofrece consuelo y esperanza en medio de la tristeza. A continuación, encontrarás 50 versículos bíblicos que te ayudarán a encontrar consuelo y paz en tiempos de tristeza.

1. Salmos 34:17-18: «El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido».
2. Mateo 5:4: «Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación».
3. Salmos 42:11: «¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún he de alabarle, ¡salvación mía y Dios mío!».
4. Isaías 41:10: «No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia».
5. Juan 14:1: «No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí».
6. Salmos 147:3: «El sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas».
7. 2 Corintios 1:3-4: «Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones».
8. Salmos 30:5: «Porque su ira es momentánea, pero su favor es de por vida; el llanto puede durar toda la noche, pero a la mañana vendrá la alegría».
9. Juan 16:33: «Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo».
10. Salmos 55:22: «Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo».
11. 2 Tesalonicenses 2:16-17: «Y nuestro Señor Jesucristo mismo, y Dios nuestro Padre que nos amó y nos dio consuelo eterno y buena esperanza por gracia, anime vuestros corazones y os confirme en toda buena palabra y obra».
12. Salmos 119:50: «Este es mi consuelo en mi aflicción: que tu promesa me da vida».
13. Isaías 53:3: «Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en sufrimiento; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado y no lo estimamos».
14. Salmos 147:3-4: «Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas. Él cuenta el número de las estrellas; a todas ellas llama por su nombre».
15. Filipenses 4:6-7: «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús».
16. Salmos 73:26: «Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre».
17. 1 Pedro 5:7: «Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros».
18. Salmos 30:11: «Has cambiado mi lamento en danza; has desatado mi cilicio y me has ceñido de alegría».
19. Isaías 61:1-2: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para traer buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros».
20. Salmos 40:1-3: «Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí y oyó mi clamor. Me sacó del hoyo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová».
21. 2 Corintios 4:8-9: «Que estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos».
22. Salmos 126:5-6: «Los que siembran con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; pero volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas».
23. 1 Pedro 1:6-7: «En lo cual os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo».
24. Salmos 34:19: «Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová».
25. 2 Corintios 7:9-10: «Me alegro ahora, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte».
26. Salmos 147:3: «Sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas».
27. Romanos 8:18: «Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria venidera que en nosotros será manifestada».
28. Salmos 30:10: «Oye, Jehová, y ten misericordia de mí; Jehová, sé tú mi ayudador».
29. 2 Corintios 1:4: «El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios».
30. Salmos 42:5: «¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún he de alabarle, ¡salvación mía y Dios mío!».
31. 1 Pedro 5:10: «Y después de que hayáis padecido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca».
32. Salmos 126:5: «Los que siembran con lágrimas, con regocijo segarán».
33. Romanos 12:15: «Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran».
34. Salmos 61:2: «Desde el extremo de la tierra clamaré a ti, cuando desmaye mi corazón; lleva me a la roca que es más alta que yo».
35. 2 Corintios 12:9: «Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo».
36. Salmos 119:28: «Desfallece mi alma de tristeza; susténtame según tu palabra».
37. Jeremías 31:13: «Entonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos a una; y cambiaré su lloro en gozo, los consolaré y los alegraré de su dolor».
38. Salmos 30:11-12: «Has cambiado mi lamento en danza; has desatado mi cilicio y me has ceñido de alegría, para que a ti cante gloria y no esté callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre».
39. Filipenses 4:13: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece».
40. Salmos 9:9: «Jehová será refugio del pobre, refugio para el tiempo de angustia».
41. 2 Corintios 4:16-18: «Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas».
42. Salmos 16:8: «A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido».
43. 1 Pedro 4:12-13: «Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría».
44. Salmos 126:6: «El que lleva la preciosa semilla, andando va y llorando llevando la semilla; pero de cierto volverá con regocijo, trayendo sus gavillas».
45. Romanos 15:13: «Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo».
46. Salmos 55:22: «Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo».
47. Juan 11:35: «Jesús lloró».
48. Salmos 119:50-52: «Este es mi consuelo en mi aflicción: que tu promesa me da vida. Los soberbios me han escarnecido en gran manera; con todo, no me he apartado de tu ley. Mucho he llevado en mi corazón tus palabras, para no pecar contra ti».
49. Salmos 119:76: «Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo».
50. Salmos 30:5: «Porque su ira es momentánea, pero su favor es de por vida; el llanto puede durar toda la noche, pero a la mañana vendrá la alegría».

¡Encuentra consuelo en estos versículos de la Biblia sobre la tristeza! La Palabra de Dios es un bálsamo sanador para nuestro corazón y nos recuerda que no estamos solos en medio de nuestras aflicciones. Confía en su amor y encuentra esperanza en medio de la tristeza.