Versículos De La Biblia De Ánimo Y Protección: Una colección de versículos bíblicos para fortalecer nuestra fe y encontrar consuelo en tiempos difíciles. Estas palabras de aliento y protección nos recuerdan que Dios está siempre con nosotros, brindándonos su paz y su amor incondicional. Aquí te presentamos 50 versículos de la Biblia que nos inspiran y nos dan esperanza:
1. “El Señor es mi fuerza y mi escudo; en él confía mi corazón y soy socorrido. Por eso mi corazón se alegra, y le daré gracias con cánticos” (Salmos 28:7).
2. “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, y con toda seguridad te sostendré con mi diestra justiciera” (Isaías 41:10).
3. “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11).
4. “El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes pastos me hace descansar, me conduce a arroyos tranquilos, y repara mis fuerzas” (Salmos 23:1-3).
5. “Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas” (Proverbios 3:5-6).
6. “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa” (Isaías 41:13).
7. “El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida. El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre” (Salmos 121:7-8).
8. “Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia” (Salmos 46:1).
9. “Aunque pase por el valle más oscuro, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu bastón me infunden confianza” (Salmos 23:4).
10. “Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán” (Isaías 40:31).
11. “El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido” (Salmos 34:18).
12. “Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa” (Isaías 41:10).
13. “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para recibir misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16).
14. “El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré miedo?” (Salmos 27:1).
15. “Echa sobre el Señor tu carga, y él te sostendrá; no permitirá que el justo caiga jamás” (Salmos 55:22).
16. “El Señor es bueno, refugio en tiempos de angustia. Conoce a los que en él confían” (Nahúm 1:7).
17. “No te afanes por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias” (Filipenses 4:6).
18. “En paz me acostaré y dormiré, porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado” (Salmos 4:8).
19. “El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen; a su lado, los rescata” (Salmos 34:7).
20. “Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas” (Isaías 43:2).
21. “Porque yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11).
22. “No tengan miedo de nada de lo que vayan a sufrir. El diablo hará que algunos de ustedes vayan a la cárcel para ponerlos a prueba. Sufrirán durante diez días, pero si son fieles, yo les daré la corona de la vida” (Apocalipsis 2:10).
23. “Pero tú, Señor, eres escudo alrededor de mí; tú eres mi gloria; tú levantas mi cabeza” (Salmos 3:3).
24. “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7).
25. “Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará” (Salmos 37:5).
26. “No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa” (Isaías 41:10).
27. “El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; mi Dios, mi fortaleza, en él confiaré; mi escudo y el poder de mi salvación, mi alto refugio” (Salmos 18:2).
28. “El Señor te protegerá de todo mal; él cuidará tu vida” (Salmos 121:7).
29. “Por tanto, no tema; yo estoy con ustedes. No se angustien, porque yo soy su Dios. Les daré fuerzas y los ayudaré; les sostendré con mi diestra victoriosa” (Isaías 41:10).
30. “El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido” (Salmos 34:18).
31. “Clama a mí y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jeremías 33:3).
32. “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás ni las llamas arderán en ti” (Isaías 43:2).
33. “Porque el Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor” (Sofonías 3:17).
34. “Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia” (Salmos 46:1).
35. “No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa” (Isaías 41:10).
36. “No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí” (Juan 14:1).
37. “El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes pastos me hace descansar, y a tranquilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas” (Salmos 23:1-3).
38. “Entrega al Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán” (Proverbios 16:3).
39. “El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré miedo?” (Salmos 27:1).
40. “Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento” (Salmos 23:4).
41. “Tú, Señor, eres mi refugio; tú eres mi porción en la tierra de los vivientes” (Salmos 142:5).
42. “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas” (Juan 10:11).
43. “El Señor es mi fuerza y mi escudo; mi corazón en él confía. Él me ayuda, y mi corazón se alegra; con mi cántico le daré gracias” (Salmos 28:7).
44. “Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas, correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán” (Isaías 40:31).
45. “El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; mi Dios, mi fortaleza, en él confiaré; mi escudo y el poder de mi salvación, mi alto refugio” (Salmos 18:2).
46. “No te inquietes por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias” (Filipenses 4:6).
47. “El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré miedo?” (Salmos 27:1).
48. “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra justiciera” (Isaías 41:10).
49. “No se angustien por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias” (Filipenses 4:6).
50. “El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes pastos me hace descansar, y a tranquilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas” (Salmos 23:1-3).
¡Encuentra ánimo y protección en estos versículos de la Biblia! Permite que estas palabras te guíen y te fortalezcan en tu caminar con Dios. En tiempos de dificultad, recuerda que Dios está contigo, cuidándote y brindándote su amor. ¡Confía en el Señor y encuentra paz en su presencia!