Versículos de Sanidad Espiritual: Descubre la Palabra de Dios que te brinda consuelo y restauración en momentos de angustia y aflicción. Estas escrituras te guiarán hacia la sanidad espiritual que necesitas para encontrar paz y fortaleza en tu vida diaria. ¡Sumérgete en estas promesas divinas y experimenta el poder transformador de la Palabra de Dios en tu vida!
1. Salmo 34:18 – “Cerca está el Señor de los quebrantados de corazón; salva a los de espíritu abatido.”
2. Isaías 41:10 – “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia.”
3. Jeremías 17:14 – “Sáname, oh Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvo, porque tú eres mi alabanza.”
4. Mateo 11:28 – “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”
5. Salmo 147:3 – “El sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas.”
6. Proverbios 17:22 – “El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos.”
7. Isaías 53:5 – “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”
8. Salmo 30:2 – “Oh Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste.”
9. 2 Crónicas 7:14 – “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
10. 1 Pedro 5:7 – “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.”
11. Salmo 41:3 – “Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor; menguarás su enfermedad en su cama.”
12. Mateo 9:35 – “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.”
13. Proverbios 4:20-22 – “Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo.”
14. Salmo 6:2 – “Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo; sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen.”
15. Marcos 5:34 – “Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.”
16. Proverbios 3:7-8 – “No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal; esto será medicina para tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos.”
17. Mateo 4:23 – “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.”
18. Salmo 103:3 – “El es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades.”
19. Isaías 26:3 – “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.”
20. Proverbios 16:24 – “Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos.”
21. Mateo 14:14 – “Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos había enfermos.”
22. Salmo 30:10-11 – “Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí; Jehová, sé tú mi ayudador. Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.”
23. Mateo 8:16-17 – “Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.”
24. Proverbios 12:18 – “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; mas la lengua de los sabios es medicina.”
25. Salmo 107:20 – “Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina.”
26. Lucas 6:19 – “Y toda la multitud procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.”
27. Proverbios 15:30 – “La luz de los ojos alegra el corazón, y la buena nueva conforta los huesos.”
28. Salmo 73:26 – “Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.”
29. Mateo 10:1 – “Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.”
30. Salmo 41:4 – “Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; sánama, porque contra ti he pecado.”
31. Lucas 9:11 – “Cuando la multitud lo supo, le siguió; y él los recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados.”
32. Proverbios 16:20 – “El que atiende a la palabra hallará el bien; y el que confía en Jehová, es bienaventurado.”
33. Salmo 63:7 – “Porque tú has sido mi socorro, y así en la sombra de tus alas me regocijaré.”
34. Mateo 4:23-24 – “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y su fama se difundió por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.”
35. Proverbios 14:30 – “El corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia es carcoma de los huesos.”
36. Salmo 42:11 – “¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío.”
37. Lucas 4:40 – “Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.”
38. Proverbios 17:22 – “El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos.”
39. Salmo 147:3 – “El sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.”
40. Isaías 53:4 – “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.”
41. Lucas 6:17-19 – “Y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano, con toda la compañía de sus discípulos, y una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén, y del litoral de Tiro y de Sidón, que había venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades; y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados. Y toda la multitud procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.”
42. Proverbios 3:7-8 – “No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal; esto será medicina para tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos.”
43. Salmo 30:2 – “Oh Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste.”
44. Marcos 6:56 – “Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las plazas a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos.”
45. Proverbios 16:24 – “Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos.”
46. Salmo 6:2 – “Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo; sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen.”
47. Juan 5:6 – “Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?”
48. Proverbios 15:30 – “La luz de los ojos alegra el corazón, y la buena nueva conforta los huesos.”
49. Salmo 73:26 – “Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.”
50. Juan 14:27 – “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”
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