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50 Versículos de Sanidad Física


Versículos de Sanidad Física: Una guía para la curación divina

¿Estás buscando versículos de sanidad física en la Biblia? ¡Has llegado al lugar correcto! En este post, encontrarás una recopilación de 50 versículos bíblicos que hablan acerca de la sanidad física. La Palabra de Dios nos muestra el poder y la voluntad de nuestro Señor para sanar nuestros cuerpos y restaurar nuestra salud. A través de estos versículos, podemos encontrar consuelo, esperanza y fe en momentos de enfermedad y debilidad. ¡Acompáñanos en este viaje de sanidad y renuevo!

H2: Versículos de Sanidad Física en la Biblia

1. Éxodo 15:26 – “Si escuchas atentamente la voz del Señor tu Dios, y haces lo que es recto delante de sus ojos, y das oído a sus mandamientos y guardas todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié sobre los egipcios te enviaré a ti, porque yo soy el Señor tu sanador”.

2. Deuteronomio 7:15 – “Y el Señor quitará de ti toda enfermedad; no pondrá sobre ti ninguna de las enfermedades malignas de Egipto que conociste, sino que las pondrá sobre todos los que te aborrecen”.

3. Salmos 103:2-3 – “Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todas tus iniquidades, y sana todas tus enfermedades”.

4. Salmos 147:3 – “Sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas”.

5. Proverbios 4:20-22 – “Hijo mío, presta atención a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. No los pierdas de vista; guárdalos en lo profundo de tu corazón. Porque son vida para los que los encuentran, y medicina para todo su cuerpo”.

6. Isaías 53:4-5 – “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido”.

7. Jeremías 30:17 – “Pues yo te restauraré a la salud y te sanaré de tus heridas —declara el Señor—”.

8. Mateo 4:23-24 – “Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo”.

9. Mateo 8:2-3 – “Y sucedió que un leproso se acercó y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: Quiero, sé limpio. Y al instante quedó limpio de su lepra”.

10. Lucas 8:43-48 – “Entre la multitud estaba una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y nadie podía sanarla. Ella se acercó por detrás y tocó el borde del manto de Jesús, y al instante cesó su flujo de sangre”.

11. Lucas 9:11 – “Cuando la multitud se dio cuenta de esto, lo siguió. Jesús los recibió, y les habló del reino de Dios, y sanó a los que necesitaban ser sanados”.

12. Juan 10:10 – “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.

13. Hechos 3:16 – “Y por la fe en su nombre, a este hombre que ustedes ven y conocen, su nombre ha fortalecido, y la fe que es por él ha dado a este hombre esta completa sanidad en presencia de todos ustedes”.

14. Romanos 8:11 – “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús habita en ustedes, el mismo que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también sus cuerpos mortales por su Espíritu que habita en ustedes”.

15. 1 Corintios 6:19-20 – “¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que no son de ustedes mismos? Porque han sido comprados por precio; glorifiquen, pues, a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios”.

16. Santiago 5:14-15 – “¿Está alguno enfermo entre ustedes? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados”.

17. 3 Juan 1:2 – “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma”.

18. Éxodo 23:25 – “Servirás al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua, y quitaré la enfermedad de en medio de ti”.

19. Deuteronomio 32:39 – “Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir y yo hago vivir; yo hiero y yo sano, y no hay quien pueda librar de mi mano”.

20. Salmos 6:2 – “Ten compasión de mí, oh Señor, porque estoy enfermo; sáname, oh Señor, porque mis huesos se estremecen”.

21. Salmos 30:2 – “Oh Señor, Dios mío, clamé a ti, y me sanaste”.

22. Salmos 41:3 – “El Señor lo sostendrá en el lecho de dolor; le cambiarás toda su cama en su enfermedad”.

23. Salmos 71:20-21 – “Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida y me sacarás de los abismos de la tierra. Aumentarás mi grandeza y volverás a consolarme”.

24. Salmos 91:3 – “Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora”.

25. Salmos 107:19-21 – “Entonces clamaron al Señor en su angustia, y los salvó de sus aflicciones; envió su palabra y los sanó, y los libró de su destrucción”.

26. Proverbios 3:7-8 – “No seas sabio en tu propia opinión; teme al Señor y apártate del mal. Esto será medicina para tu cuerpo y refrigerio para tus huesos”.

27. Isaías 19:22 – “Y el Señor herirá a Egipto, pero lo sanará; y volverán al Señor, y él les responderá y los sanará”.

28. Isaías 38:16-17 – “Señor, vivirán en bienestar tus palabras para siempre; como vida para mi espíritu, así me curaste. He aquí, por mi bienestar tuve gran amargura; tú amaste mi alma y la libraste de la fosa de corrupción, porque has echado tras tus espaldas todos mis pecados”.

29. Jeremías 33:6 – “He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad”.

30. Joel 3:10 – “Digan a las naciones: ¡Aquí está vuestro Dios!”.

31. Malaquías 4:2 – “Pero para vosotros que teméis mi nombre, se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas”.

32. Mateo 9:35 – “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo”.

33. Mateo 10:1 – “Y habiendo llamado a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia”.

34. Mateo 15:30 – “Y se acercó a él mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, lisiados, y muchos otros, y los pusieron a los pies de Jesús, y él los sanó”.

35. Marcos 6:13 – “Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban”.

36. Marcos 16:17-18 – “Estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas; tomarán serpientes en sus manos, y si beben algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”.

37. Lucas 4:40 – “Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba”.

38. Lucas 13:12 – “Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad”.

39. Lucas 14:4 – “Pero ellos callaron. Y tomando al hombre, lo sanó y le despidió”.

40. Juan 5:8-9 – “Jesús le dijo: Levántate, toma tu camilla y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su camilla y anduvo”.

41. Hechos 5:16 – “También de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados”.

42. Hechos 9:34 – “Pedro le dijo: Eneas, Jesucristo te sana; levántate y haz tu cama. Y en seguida se levantó”.

43. Hechos 14:8-10 – “Y en Listra estaba sentado cierto hombre tullido de sus pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado. Este oyó hablar a Pablo, quien, fijando en él la mirada y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó y anduvo”.

44. 1 Corintios 12:9 – “Y a otro, el don de sanar por el mismo Espíritu”.

45. Santiago 5:16 – “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”.

46. 1 Pedro 2:24 – “quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”.

47. 3 Juan 1:2 – “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma”.

48. Apocalipsis 21:4 – “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”.

49. Apocalipsis 22:2 – “En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones”.

50. Apocalipsis 22:17 – “Y el Espíritu y la novia dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”.

¡Estos versículos de sanidad física nos recuerdan que Dios es nuestro sanador, nuestro refugio y nuestra fortaleza! Él tiene el poder de sanar nuestras enfermedades y restaurar nuestra salud. No importa cuál sea la situación, podemos confiar en que Dios está con nosotros, dispuesto a sanarnos y fortalecernos. Que estos versículos te llenen de esperanza y fe en el poder de Dios para obrar milagros en tu vida.

Versículos De Sanidad Fisica

¡Que la sanidad divina sea tu porción en todo momento!