Versículos Para Restaurar Al Caído:
1. “Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, siempre está dispuesto a ayudarnos en tiempos de dificultad” (Salmos 46:1).
2. “El Señor levanta a los caídos y endereza a los que están encorvados” (Salmos 146:8).
3. “El Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los de espíritu abatido” (Salmos 34:18).
4. “Aunque caiga, no quedará postrado, porque el Señor lo sostiene de la mano” (Salmos 37:24).
5. “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10).
6. “El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi libertador; mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi más alto escondite” (Salmos 18:2).
7. “Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán” (Isaías 40:31).
8. “Venid a mí todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).
9. “El Señor es el que va delante de ti; él estará contigo, no te dejará ni te desamparará. No temas ni te intimides” (Deuteronomio 31:8).
10. “El Señor te guiará siempre; te saciará en tiempos de sequía y fortalecerá tus huesos. Serás como un jardín bien regado, como un manantial de aguas cuyas aguas nunca faltan” (Isaías 58:11).
11. “El Señor es tu protector; como sombra a tu derecha, él te cuida” (Salmos 121:5).
12. “No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa” (Isaías 41:10).
13. “El Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los de espíritu abatido” (Salmos 34:18).
14. “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida, ¿quién me hará temblar?” (Salmos 27:1).
15. “Él sana a los de corazón quebrantado y venda sus heridas” (Salmos 147:3).
16. “El Señor es mi pastor, nada me faltará” (Salmos 23:1).
17. “Pero tú, Señor, eres un escudo a mi alrededor, mi gloria, y el que levanta mi cabeza” (Salmos 3:3).
18. “El Señor reedificará las ruinas antiguas, restaurará los cimientos de generación en generación y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calles para habitar” (Isaías 58:12).
19. “El Señor levanta a los humildes y derriba a los malvados hasta el polvo” (Salmos 147:6).
20. “Vengan a mí, todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso” (Mateo 11:28).
21. “El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso” (Salmos 91:1).
22. “Porque el Señor ama la justicia y no abandona a sus fieles. Siempre los protegerá, pero los descendientes de los malvados serán destruidos” (Salmos 37:28).
23. “El Señor está cerca de todos los que lo invocan, de todos los que lo invocan de verdad” (Salmos 145:18).
24. “El Señor es mi fortaleza y mi escudo; en él confía mi corazón, y soy ayudado” (Salmos 28:7).
25. “El Señor es quien te guarda; el Señor es tu sombra a tu mano derecha” (Salmos 121:5).
26. “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti” (Isaías 43:2).
27. “El Señor es mi fuerza y mi canción; él ha sido mi salvación” (Salmos 118:14).
28. “Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, estaré confiado” (Salmos 27:3).
29. “El Señor es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían” (Nahúm 1:7).
30. “El Señor da fuerzas al cansado y acrecienta el vigor del débil” (Isaías 40:29).
31. “Porque yo soy el Señor, tu Dios, que sostiene tu mano derecha; yo soy quien te dice: ‘No temas, yo te ayudaré'” (Isaías 41:13).
32. “El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el refugio de mi vida; ¿quién me hará temblar?” (Salmos 27:1).
33. “Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará” (Salmos 37:5).
34. “Pero tú, Señor, eres escudo alrededor de mí, mi gloria, y el que levanta mi cabeza” (Salmos 3:3).
35. “El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar” (Salmos 23:1-2).
36. “El Señor reedificará a Jerusalén, él aparecerá en su gloria” (Salmos 102:16).
37. “El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; mi Dios, mi roca en quien me refugio” (Salmos 18:2).
38. “El Señor es mi fuerza y mi escudo; en él confía mi corazón, y soy socorrido. Por eso mi corazón se regocija, y le canto con mi cántico” (Salmos 28:7).
39. “Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, que no se alegren de mí mis enemigos” (Salmos 25:2).
40. “El Señor es mi pastor, nada me faltará” (Salmos 23:1).
41. “El Señor guarda a los sencillos; cuando me encontraba sin fuerzas, él me salvó” (Salmos 116:6).
42. “El Señor te guardará de todo mal; él guardará tu vida. El Señor guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre” (Salmos 121:7-8).
43. “El Señor es mi fortaleza y mi escudo; en él confía mi corazón, y soy ayudado. Por eso mi corazón se alegra, y con mi cántico lo alabaré” (Salmos 28:7).
44. “El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré miedo?” (Salmos 27:1).
45. “Echa sobre el Señor tu carga, y él te sostendrá; no permitirá que el justo caiga jamás” (Salmos 55:22).
46. “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier angustia, con la consolación con que nosotros somos consolados por Dios” (2 Corintios 1:3-4).
47. “El Señor es bueno, un refugio en tiempos de angustia. Él cuida de los que en él confían” (Nahúm 1:7).
48. “Encomienda al Señor tus obras, y tus pensamientos serán establecidos” (Proverbios 16:3).
49. “Bendito sea el Señor, quien día tras día lleva nuestra carga, el Dios que nos salva” (Salmos 68:19).
50. “Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia” (Salmos 46:1).
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