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50 Versículos sobre la obra de Dios en nosotros


Versículos Sobre La Obra De Dios En Nosotros

La obra de Dios en nosotros es maravillosa y transformadora. A través de su amor y poder, podemos experimentar cambios profundos en nuestras vidas. Estos versículos bíblicos nos hablan de la obra de Dios en nosotros y nos animan a confiar en su poder y gracia.

1. Filipenses 1:6 – “Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.”
2. Efesios 2:10 – “Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.”
3. Romanos 12:2 – “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.”

4. 2 Timoteo 1:9 – “Él nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo.”
5. Efesios 3:20 – “Y a aquel que es poderoso para hacer infinitamente más de lo que pedimos o imaginamos, según su poder que obra en nosotros.”
6. Efesios 4:22-24 – “Despojémonos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovémonos en el espíritu de nuestra mente, y vistámonos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”

7. Juan 15:5 – “Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.”
8. 1 Pedro 2:9 – “Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien las grandezas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.”
9. 2 Corintios 5:17 – “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”

10. Gálatas 2:20 – “He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó por mí.”
11. 1 Juan 3:1 – “¡Miren cuánto nos amó el Padre, que se nos permita ser llamados hijos de Dios! ¡Y lo somos!”
12. Colosenses 3:10 – “Y se han puesto el nuevo hombre, que se va renovando en conocimiento a imagen de su Creador.”

13. 2 Corintios 3:18 – “Y todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.”
14. Hechos 1:8 – “Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta los confines de la tierra.”
15. Hebreos 13:21 – “Y él cumplirá todo propósito bueno en nosotros, para hacer su voluntad, obrando en nosotros lo que es agradable delante de él por medio de Jesucristo.”

16. Efesios 1:4 – “Pues Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él.”
17. 2 Pedro 1:3 – “Su divino poder nos ha concedido todo lo que necesitamos para vivir una vida piadosa, mediante el conocimiento pleno de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia.”
18. Gálatas 5:22-23 – “Pero el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.”

19. Efesios 2:8-9 – “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.”
20. 1 Tesalonicenses 5:23 – “Que el mismo Dios de paz los santifique por completo; y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”
21. 1 Corintios 3:9 – “Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y ustedes son el campo de Dios, el edificio de Dios.”

22. 2 Corintios 5:21 – “Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.”
23. Juan 14:12 – “Ciertamente les aseguro que el que cree en mí, las obras que yo hago también las hará. Y aún las hará mayores que estas, porque yo voy al Padre.”
24. Colosenses 1:29 – “A esto me afano, luchando con su poder, que actúa poderosamente en mí.”

25. Efesios 3:16 – “Les pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca en lo íntimo de su ser.”
26. 2 Corintios 4:16 – “Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día.”
27. Efesios 5:8 – “Porque en otro tiempo ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz.”

28. Juan 3:3 – “En verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios.”
29. 1 Corintios 6:11 – “Y esto eran algunos de ustedes. Pero ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.”
30. 2 Corintios 5:7 – “Porque por fe andamos, no por vista.”

31. 2 Corintios 3:17 – “Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.”
32. Efesios 3:14-16 – “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que les conceda, conforme a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior.”
33. Hebreos 10:24 – “Considerémonos también unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras.”

34. Efesios 6:10 – “Por lo demás, fortalézcanse en el Señor y en su fuerza poderosa.”
35. 1 Tesalonicenses 4:3 – “La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual.”
36. Colosenses 3:1-2 – “Por tanto, si han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Pongan la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.”

37. 2 Corintios 5:15 – “Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para aquel que murió por ellos y fue resucitado.”
38. Efesios 4:23 – “Deben ser renovados en la actitud de su mente.”
39. 2 Timoteo 2:21 – “El que se purifica de estas cosas llegará a ser un vaso de honor, santificado, útil para el Señor y dispuesto para toda buena obra.”

40. Filipenses 2:13 – “porque Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.”
41. Juan 6:29 – “La obra de Dios es esta: que crean en el que él ha enviado.”
42. Santiago 1:22 – “Sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.”

43. Efesios 4:30 – “No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención.”
44. 1 Juan 2:6 – “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.”
45. 1 Corintios 1:8 – “Él también los afirmará hasta el fin, para que sean irreprochables en el día de nuestro Señor Jesucristo.”

46. 2 Corintios 13:5 – “Pruébense a sí mismos para ver si están en la fe; examínense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en ustedes? A menos, claro está, que sea que no pasaron la prueba.”
47. Efesios 5:18 – “No se embriaguen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu.”
48. Santiago 2:17 – “Así también la fe, por sí misma, si no tiene obras, está muerta.”

49. Efesios 2:4-5 – “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!”
50. Romanos 8:28 – “Y sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que lo aman, de aquellos que han sido llamados según su propósito.”

Versículos Sobre La Obra De Dios En Nosotros es un recordatorio constante de la transformación y gracia que Dios derrama sobre nuestras vidas. A través de su poder, podemos experimentar el renacimiento espiritual, el cambio de corazón y la capacidad de llevar a cabo buenas obras en su nombre. Confía en la obra de Dios en ti y permite que su Espíritu te guíe en cada paso de tu jornada espiritual.