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50 Versículos Sobre Salud


Versículos Sobre Salud en la Biblia

Introducción: Descubre 50 versículos sobre salud en la Biblia que te inspirarán a cuidar tu bienestar físico y espiritual. Estas palabras de Dios te recordarán la importancia de mantener un estilo de vida saludable y confiar en Él como tu sanador y protector.

1. Éxodo 15:26 – “Si escuchas atentamente la voz del Señor tu Dios, y haces lo que es recto delante de sus ojos, y prestas atención a sus mandamientos y guardas todos sus estatutos, ninguna de las enfermedades que traje sobre los egipcios te alcanzará, porque yo soy el Señor tu sanador”.

2. Proverbios 3:7-8 – “No seas sabio en tu propia opinión; teme al Señor y apártate del mal. Esto será sanidad para tu cuerpo y refrigerio para tus huesos”.

3. Salmos 34:17-18 – “Los justos claman, y el Señor los oye y los libra de todas sus angustias. Cerca está el Señor de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido”.

4. Proverbios 16:24 – “Panal de miel son los dichos suaves; endulzan el alma y dan salud al cuerpo”.

5. Isaías 53:5 – “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”.

6. 1 Corintios 6:19-20 – “¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.

7. 3 Juan 1:2 – “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”.

8. Mateo 4:23 – “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo”.

9. Salmos 103:2-3 – “Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades”.

10. Marcos 5:34 – “Y él le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; ve en paz, y queda sana de tu azote”.

11. Jeremías 33:6 – “He aquí, yo les traeré sanidad y medicina; los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad”.

12. 1 Pedro 2:24 – “quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”.

13. Lucas 8:48 – “Y él le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; ve en paz”.

14. Salmos 41:3 – “El Señor lo sostendrá sobre el lecho del dolor; en su enfermedad, tú lo restaurarás”.

15. Proverbios 4:20-22 – “Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. No los pierdas de vista; guárdalos en lo profundo de tu corazón. Porque son vida para los que los hallan y medicina para todo su cuerpo”.

16. Mateo 9:35 – “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia”.

17. Salmos 147:3 – “El sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas”.

18. Lucas 10:9 – “Y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: “El reino de Dios se ha acercado a vosotros””.

19. Proverbios 17:22 – “El corazón alegre constituye buen remedio; pero el espíritu triste seca los huesos”.

20. Mateo 14:14 – “Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos y sanó a sus enfermos”.

21. Salmos 42:11 – “¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún he de alabarle, ¡salvación mía y Dios mío!”.

22. Lucas 6:19 – “Y toda la multitud procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos”.

23. Salmos 30:2 – “Señor, Dios mío, a ti clamé, y tú me sanaste”.

24. Mateo 10:1 – “Y llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos para que los expulsaran y para sanar toda enfermedad y toda dolencia”.

25. Salmos 91:3 – “El te librará del lazo del cazador, de la peste destructora”.

26. Mateo 15:30 – “Y se acercó a él mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó”.

27. Isaías 58:8 – “Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salud se dejará ver rápidamente; tu justicia irá delante de ti, y la gloria del Señor será tu retaguardia”.

28. Lucas 9:11 – “Pero las multitudes lo supieron y lo siguieron; y El los recibió y les habló del reino de Dios, y sanó a los que necesitaban ser sanados”.

29. Salmos 107:19-20 – “Entonces clamaron al Señor en su angustia y los libró de sus aflicciones; envió su palabra y los sanó, y los rescató de la fosa”.

30. Mateo 17:20 – “Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: ‘Trasládate de aquí allá’, y se trasladará; y nada os será imposible”.

31. 1 Timoteo 4:8 – “Porque el ejercicio físico es de poca utilidad, pero la piedad es útil para todo, ya que tiene promesa para esta vida presente y para la venidera”.

32. Mateo 9:22 – “Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha sanado. Y la mujer quedó sana desde aquel momento”.

33. Salmos 6:2 – “Ten misericordia de mí, Señor, porque desfallezco; sáname, Señor, porque mis huesos están conturbados”.

34. Mateo 8:17 – “Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías, quien dijo: ‘El mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias'”.

35. Salmos 147:2-3 – “El Señor reconstruye a Jerusalén, reúne a los dispersos de Israel. Sana a los de corazón quebrantado y venda sus heridas”.

36. Mateo 10:8 – “Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”.

37. Proverbios 3:7 – “No seas sabio en tu propia opinión; teme al Señor y apártate del mal”.

38. Lucas 13:12 – “Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad”.

39. Isaías 40:31 – “Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas; correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán”.

40. Mateo 10:7-8 – “Y mientras vayan, prediquen, diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado’. Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”.

41. Isaías 53:4 – “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido”.

42. Mateo 10:29-31 – “¿No se venden dos pajarillos por un as? Y sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. Pero aun vuestros cabellos están todos contados. Así pues, no temáis; vosotros valéis más que muchos pajarillos”.

43. Jeremías 30:17 – “Porque yo te restauraré la salud y te curaré de tus heridas”, declara el Señor.

44. Mateo 21:14 – “Y se acercaron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó”.

45. Proverbios 17:22 – “El corazón alegre es una buena medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos”.

46. Marcos 6:13 – “Y expulsaban muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban”.

47. Proverbios 16:24 – “Las palabras agradables son como panal de miel, dulces al alma y salud para los huesos”.

48. Marcos 16:17-18 – “Estas señales acompañarán a los que han creído: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán serpientes en las manos, y si beben algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien”.

49. Isaías 58:11 – “Y el Señor te guiará continuamente, saciará tu alma en sequía y fortalecerá tus huesos; serás como huerto de riego, como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan”.

50. Santiago 5:14-15 – “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe sanará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados”.

Outro: Estos versículos bíblicos sobre salud te inspirarán a confiar en Dios como tu sanador y a cuidar tu bienestar físico y espiritual. Recuerda que tu cuerpo es templo del Espíritu Santo, por lo que debes glorificar a Dios en tu cuerpo y en tu espíritu. Que estas palabras de Dios te fortalezcan y te guíen hacia una vida saludable y plena.