Texto Bíblico: «Maldito el hombre que confía en otro hombre» (Jeremías 17:5).
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy me dirijo a ustedes con palabras de advertencia y sabiduría, basadas en el texto bíblico «Maldito el hombre que confía en otro hombre». Esta poderosa declaración nos muestra la importancia de poner nuestra confianza y esperanza en Dios, en lugar de depender de la fuerza o sabiduría humana.
Vivimos en un mundo donde la confianza en el hombre se ha convertido en una norma común. Ponemos nuestra fe en líderes políticos, expertos, amigos e incluso en nosotros mismos. Pero la Palabra de Dios nos advierte que aquellos que confían en el hombre están destinados a ser maldecidos.
¿Por qué es esto así? ¿Por qué Dios nos advierte tan enfáticamente contra confiar en el hombre? La respuesta se encuentra en la naturaleza misma de la humanidad. Somos seres imperfectos, propensos a cometer errores, engañarnos y fallar. Aun los más sabios y justos entre nosotros están sujetos a la debilidad y la corrupción.
Cuando depositamos nuestra confianza en el hombre, nos arriesgamos a ser defraudados y desilusionados. Incluso aquellos en quienes confiamos pueden traicionarnos o fallarnos. Nuestros líderes pueden sucumbir a la tentación del poder y la avaricia. Nuestros amigos pueden cambiar o dejar de apoyarnos. Nosotros mismos podemos cometer errores graves que afecten a aquellos que dependen de nosotros.
Es por eso que Dios nos llama a confiar en Él, en lugar de confiar en el hombre. Él es nuestro refugio y fortaleza, nuestra roca y salvación. Él es fiel y nunca nos abandonará. A diferencia de los hombres, Dios es perfecto en su sabiduría, amor y poder. Él tiene el control de todas las cosas y siempre actúa en nuestro mejor interés.
Cuando confiamos en el hombre, limitamos nuestras posibilidades y nos exponemos a la decepción. Pero cuando confiamos en Dios, nos abrimos a un mundo de posibilidades y experimentamos su gracia y misericordia sin límites. Él nos guiará y nos dará sabiduría en todas nuestras decisiones. Nos fortalecerá en tiempos de dificultad y nos llevará a la victoria.
Hermanos y hermanas, no permitamos que el miedo o la presión de la sociedad nos lleven a confiar en el hombre. En lugar de eso, pongamos nuestra confianza en Dios y permitamos que Él dirija nuestros caminos. Recordemos siempre que «Maldito el hombre que confía en otro hombre», porque solo Dios es digno de nuestra confianza plena y absoluta.
En conclusión, hermanos y hermanas, pongamos nuestra fe y confianza en Dios. Busquemos su guía y sabiduría en todas las áreas de nuestra vida. No permitamos que la opinión o el consejo humano nos desvíen de su voluntad perfecta. Recordemos siempre el texto bíblico «Maldito el hombre que confía en otro hombre» y mantengamos nuestros ojos y corazones fijos en nuestro Dios todopoderoso.
Que Dios les bendiga y les guíe en todos sus caminos.
Texto Bíblico: «Maldito el hombre que confía en otro hombre» (Jeremías 17:5).