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El poderoso Salmo 17:8-9 revela tu amor eterno


Salmo 17:8-9 en la Reina Valera: “Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas, de los impíos que me han destruido, de mis enemigos mortales que me rodean.”

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes un pasaje bíblico que nos invita a encontrar refugio y protección en nuestro amado Padre celestial. El Salmo 17:8-9 nos revela la manera en que Dios se preocupa por nosotros y nos guarda como a la niña de sus ojos.

Cuando leemos estas palabras, es importante recordar que el salmista, en este caso David, estaba enfrentando grandes dificultades y persecución. Sin embargo, en medio de sus pruebas, David confiaba plenamente en Dios y reconocía su poderoso cuidado.

El verso 8 nos muestra cómo Dios nos guarda como a la niña de sus ojos. Esta expresión es una muestra de cuánto valoramos y protegemos a alguien que amamos profundamente. Dios nos ama de manera incondicional y nos considera extremadamente valiosos. Somos preciosos para Él, y en su infinita gracia y misericordia, nos rodea con su amor y protección.

En el verso 9, David hace una petición específica a Dios: “Escóndeme bajo la sombra de tus alas”. Esta frase evoca la imagen de un ave que cubre y protege a sus crías debajo de sus alas. Así es como Dios desea cuidarnos y brindarnos seguridad en medio de las dificultades de la vida. Él nos ofrece refugio en su presencia, donde encontramos consuelo y fortaleza para enfrentar cualquier adversidad.

No importa cuáles sean las circunstancias que estemos enfrentando actualmente, podemos confiar en que Dios nos guarda y protege. Él está a nuestro lado en cada paso del camino, y su amor y cuidado son inquebrantables. Cuando nos refugiamos en Él, podemos experimentar su paz y seguridad, incluso en medio de las tormentas más intensas.

Así como David confiaba en Dios en medio de sus enemigos, nosotros también podemos depositar nuestra confianza en Él. Los enemigos a los que se refiere David no solo son personas físicas, sino también las fuerzas espirituales que se oponen a la obra de Dios en nuestras vidas. Pero, gracias a Dios, tenemos la certeza de que Él nos protegerá y nos librará de cualquier mal que se levante en nuestra contra.

Hermanos y hermanas, no importa cuán desafiante sea tu situación actual, te animo a que medites en el Salmo 17:8-9 y encuentres consuelo en las promesas de Dios. Él te resguardará como a la niña de sus ojos y te cubrirá con sus alas protectoras. Confía en su poder y amor, y busca refugio en su presencia.

Permíteme repetirte las hermosas palabras del Salmo 17:8-9 una vez más: “Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas, de los impíos que me han destruido, de mis enemigos mortales que me rodean.”

Que estas palabras te inspiren a confiar en Dios y a buscar su protección en todo momento. Que encuentres en Él la paz y la fortaleza necesarias para superar cualquier adversidad. Recuerda que eres amado y valioso para Dios, y Él siempre estará contigo.

Que la paz y la gracia de nuestro Señor Jesucristo te acompañen hoy y siempre. ¡Dios te bendiga!

Salmo 17:8-9 (Reina Valera):
“Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas, de los impíos que me han destruido, de mis enemigos mortales que me rodean.”