Cita Bíblica: Nacer de Nuevo
Hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero hablarles sobre la poderosa verdad contenida en la cita bíblica «Nacer de Nuevo». Esta expresión, tan profunda y llena de significado, es mencionada por nuestro Señor Jesucristo en el evangelio según Juan, capítulo 3, versículo 3: «Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.» (Juan 3:3, RV)
Cuando Jesús habla de «nacer de nuevo», no se refiere a un simple cambio externo en nuestras vidas. No se trata de cambiar nuestra apariencia, nuestras costumbres o nuestra forma de actuar. Nacer de nuevo es un proceso espiritual profundo y transformador que solo puede ser llevado a cabo por el Espíritu Santo en nosotros.
Al nacer de nuevo, experimentamos un renacimiento en nuestra relación con Dios. Ya no somos esclavos del pecado y de las cadenas que nos atan a este mundo caído, sino que somos liberados por la gracia y el amor de nuestro Salvador. Nacer de nuevo implica reconocer nuestra necesidad de redención y salvación, y aceptar a Jesús como nuestro Señor y Salvador personal.
Cuando nacemos de nuevo, somos hechos nuevas criaturas en Cristo. Como dice el apóstol Pablo en 2 Corintios 5:17: «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.» (2 Corintios 5:17, RV). Ya no somos los mismos, hemos sido transformados por el poder de la resurrección de Cristo.
Nacer de nuevo implica una renovación de nuestra mente y corazón. Dejamos atrás nuestros viejos pensamientos y actitudes pecaminosas, y nos revestimos de la mente de Cristo. Como dice el apóstol Pablo en Efesios 4:23-24: «…y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.» (Efesios 4:23-24, RV). Nuestra naturaleza pecaminosa es reemplazada por la justicia y santidad de Cristo.
Al nacer de nuevo, recibimos el Espíritu Santo como guía y consolador. Como Jesús prometió en Juan 14:16-17: «Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad…» (Juan 14:16-17, RV). El Espíritu Santo nos capacita para vivir una vida conforme a los propósitos de Dios y nos ayuda a crecer en nuestra relación con Él.
Nacer de nuevo implica también una vida de obediencia a los mandamientos de Dios. Como Jesús dijo en Juan 14:15: «Si me amáis, guardad mis mandamientos.» (Juan 14:15, RV). Nuestra nueva vida en Cristo está marcada por el amor y la fidelidad a Dios, y esto se refleja en nuestra obediencia a Su Palabra.
Hermanos y hermanas, nacer de nuevo es un regalo maravilloso que Dios nos ofrece a través de Su Hijo Jesucristo. Es un llamado a dejar atrás nuestra vida pasada, nuestros pecados y nuestras cargas, y abrazar la vida abundante que solo se encuentra en Él.
Si aún no has experimentado el nuevo nacimiento, te invito a que hoy mismo te acerques a Dios en oración y le entregues tu vida. Reconoce tu necesidad de redención y arrepentimiento, y acepta a Jesús como tu Señor y Salvador. Permítele que te transforme y te guíe en tu caminar con Él.
Recuerda siempre la poderosa verdad contenida en la cita bíblica «Nacer de Nuevo». Es un llamado a una vida nueva en Cristo, a ser transformados por Su amor y gracia. No te conformes con una vida superficial, sino busca el renacimiento espiritual que solo se encuentra en Él.
Que el Señor te bendiga y te guíe en tu jornada de fe. Que encuentres en el nuevo nacimiento la plenitud y el propósito que solo Él puede dar. ¡Nace de nuevo en Cristo y experimenta la vida abundante que Él tiene preparada para ti!
Cita Bíblica: Nacer de Nuevo.