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Salmo 65:4 revela el asombroso poder de Dios


Salmo 65:4 – «Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, para que habite en tus atrios; seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy nos encontramos aquí para reflexionar sobre un versículo poderoso y lleno de promesas, Salmo 65:4. Este pasaje nos habla de la bendición de ser escogidos y atraídos por Dios para habitar en Su presencia. Es una invitación a disfrutar del bien que proviene de Su casa y de Su santo templo.

Cuando meditamos en este versículo, nos revela la voluntad de Dios de tener una relación personal con nosotros. Él nos escoge y nos atrae hacia Él, no por nuestras propias obras o méritos, sino por Su gracia y misericordia. Esta es una gran bendición, ya que somos invitados a habitar en los atrios del Señor, a vivir en Su presencia constante.

Imaginen por un momento estar en la presencia de Dios, en Su santo templo. Es un lugar de paz, gozo y plenitud. En Su casa, encontramos todo lo que necesitamos, tanto espiritual como materialmente. Dios nos promete satisfacernos con Su abundancia, y esto no se trata solo de bienes terrenales, sino de una satisfacción profunda en nuestra alma.

En nuestro mundo actual, lleno de distracciones y preocupaciones, es fácil perder de vista lo que es realmente importante. Pero el Salmo 65:4 nos recuerda que nuestra verdadera satisfacción solo puede encontrarse en la presencia de Dios. No importa cuán exitosos seamos en la vida, cuántas posesiones materiales tengamos o cuántos logros hayamos alcanzado, si no tenemos una relación con Dios, siempre habrá un vacío en nuestro corazón.

La buena noticia es que Dios nos está llamando a habitar en Su presencia. Él nos invita a acercarnos a Él y a experimentar Su amor y provisión. No importa nuestro pasado o nuestras circunstancias actuales, Dios nos escoge y nos atrae hacia Él. Él nos acepta tal como somos y nos ofrece Su gracia y perdón.

Cuando vivimos en la presencia de Dios, nuestra vida cambia por completo. Experimentamos Su paz que sobrepasa todo entendimiento, Su gozo que trasciende las circunstancias y Su amor que nunca falla. En lugar de buscar la satisfacción en cosas temporales, encontramos plenitud en la comunión con nuestro Creador.

A medida que meditamos en el Salmo 65:4 una vez más, recordemos que somos bendecidos por ser escogidos y atraídos por Dios. No merecemos Su amor y gracia, pero Él nos ofrece libremente. Aprovechemos esta invitación divina y busquemos habitar en Su presencia cada día.

Que nuestras vidas reflejen la realidad de habitar en los atrios del Señor. Que nuestra relación con Dios sea evidente en nuestras acciones, palabras y pensamientos. Que el mundo vea en nosotros la paz, el gozo y la plenitud que solo provienen de la comunión con Dios.

Hermanos y hermanas, que el Salmo 65:4 sea nuestro recordatorio constante de la bendición de habitar en la presencia de Dios. Busquemos Su rostro, confiemos en Su provisión y permitamos que Él satisfaga todas nuestras necesidades. Que nuestras vidas sean testimonios vivos de la grandeza de nuestro Dios.

En conclusión, el Salmo 65:4 nos invita a ser bendecidos al ser escogidos y atraídos por Dios para habitar en Sus atrios. Nos promete ser saciados del bien de Su casa y de Su santo templo. Que esta verdad transforme nuestra vida y nos lleve a buscar una relación más profunda con nuestro amado Padre celestial.

Que Dios los bendiga abundantemente a cada uno de ustedes y les permita experimentar la plenitud de Su presencia en sus vidas.

Salmo 65:4 – «Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, para que habite en tus atrios; seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo.»

Hermanos y hermanas, seamos bendecidos al habitar en la presencia de Dios.

Salmo 65:4 – «Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, para que habite en tus atrios; seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo.»