Conéctate Con Dios

Refugio y fuerza en Salmo 71:3 - ¡Sé mi roca y fortaleza!


Salmo 71:3 – «Sé mi roca de refugio, adonde recurra yo continuamente; Tú has dado mandamiento para salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy quiero compartir con ustedes un versículo poderoso y lleno de esperanza que se encuentra en el Salmo 71:3. Este salmo fue escrito por el rey David en un momento de dificultad y aflicción. Nos muestra cómo él confiaba plenamente en Dios, buscando refugio y protección en Él.

¿No es maravilloso saber que tenemos un Dios que es nuestra roca de refugio? En medio de las tormentas de la vida, cuando todo parece estar en contra nuestra, podemos correr a los brazos amorosos de nuestro Padre celestial. Él es nuestro lugar seguro, nuestra fortaleza inquebrantable.

A menudo, cuando enfrentamos problemas y pruebas, nuestra primera reacción es buscar soluciones en el mundo. Nos esforzamos por encontrar respuestas y alivio en las cosas materiales que nos rodean. Sin embargo, el Salmo 71:3 nos recuerda que nuestra verdadera salvación proviene de Dios. Él es quien tiene el poder para librarnos de cualquier situación y brindarnos la paz que sobrepasa todo entendimiento.

Cuando reconocemos a Dios como nuestra roca y nuestra fortaleza, estamos poniendo nuestra fe y confianza en Él. Confiar en Dios no significa que no enfrentaremos dificultades, sino que sabemos que Él está con nosotros en cada paso del camino. Él nos sostiene cuando nuestras fuerzas flaquean y nos da la sabiduría para enfrentar cada desafío que se nos presente.

En el Salmo 71:3, David declara que recurrirá continuamente a Dios como su roca de refugio. Esto nos enseña una lección valiosa. No debemos limitar nuestra dependencia de Dios a momentos de necesidad extrema. Debemos buscarlo diariamente, en cada aspecto de nuestras vidas. Él es nuestro refugio constante, nuestra fuente de consuelo y protección en todo momento.

Cuando enfrentamos dificultades, la tentación de desesperarnos puede ser abrumadora. Sin embargo, el Salmo 71:3 nos anima a recordar que Dios ha dado mandamiento para salvarnos. Él tiene un plan para nuestras vidas y está trabajando en nuestro favor, incluso cuando no podemos verlo. Podemos confiar en que Él tiene el control y que sus propósitos prevalecerán.

Amados hermanos y hermanas, les animo a que tomen este versículo a corazón en sus vidas. Que se convierta en un recordatorio constante de que Dios es nuestra roca de refugio. No importa cuán grandes sean las tormentas que enfrentamos, Él está allí para protegernos y guiarnos. No hay situación demasiado difícil para Él, y podemos confiar en que Él nos llevará a través de cualquier adversidad.

Que este versículo nos inspire a buscar a Dios en todo momento, a confiar en Él y a descansar en su amor y fidelidad. Que nuestras vidas reflejen la confianza que tenemos en Él, y que su paz y fortaleza nos guíen en cada paso del camino.

Recuerden, hermanos y hermanas, que el Salmo 71:3 nos dice: «Sé mi roca de refugio, adonde recurra yo continuamente; Tú has dado mandamiento para salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza.» Que estas palabras sean nuestro consuelo y guía en medio de cualquier adversidad.

Que Dios les bendiga abundantemente.

Salmo 71:3 – «Sé mi roca de refugio, adonde recurra yo continuamente; Tú has dado mandamiento para salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza.»