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Promesa divina: Salmos 91:16, un refugio eterno


Salmos 91:16: «Sobreabundancia de días saciaré, y mostraré a él mi salvación.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero hablarles sobre el poderoso mensaje que encontramos en Salmos 91:16. En este versículo, el salmista nos asegura que aquellos que buscan refugio en el Señor serán bendecidos con una larga vida y experimentarán la salvación divina. ¡Qué promesa tan maravillosa!

En nuestra vida cotidiana, enfrentamos muchos desafíos y pruebas. A veces, nos sentimos abrumados por las dificultades y la incertidumbre del futuro. Sin embargo, en medio de todas estas situaciones, Dios nos ofrece su protección y cuidado. Él nos invita a buscar refugio en Él, a confiar en su poder y amor inquebrantables.

Cuando nos refugiamos en el Señor, encontramos consuelo y fortaleza. Él es nuestra roca, nuestro escudo y nuestro amparo en tiempos de angustia. No importa cuán grande sea la tormenta que enfrentemos, podemos estar seguros de que Dios está con nosotros. Él nos sostiene y nos guía en todo momento.

El versículo nos dice que el Señor nos saciará con abundancia de días. Esto significa que Él nos dará una vida plena y abundante. No solo se refiere a la cantidad de años que vivimos, sino también a la calidad de vida que experimentamos. Dios nos invita a disfrutar de cada día, a encontrar alegría en las pequeñas cosas y a vivir con propósito y pasión.

Pero la promesa no termina ahí. También se nos dice que Dios nos mostrará su salvación. ¿Qué significa esto? Significa que Él nos librará de todo mal y nos dará la victoria sobre nuestras adversidades. En su amor y misericordia, nos rescata del pecado y nos da la oportunidad de experimentar su redención y perdón.

La salvación que Dios nos ofrece va más allá de esta vida terrenal. Es una salvación eterna, que nos permite disfrutar de una relación íntima con Él en el cielo. Es un regalo precioso y gratuito que debemos recibir con gratitud y humildad. No hay mayor bendición que conocer a Dios y ser salvos por su gracia.

Entonces, ¿cómo podemos aplicar esta poderosa promesa en nuestra vida diaria? En primer lugar, debemos buscar a Dios de todo corazón. Pasar tiempo en su presencia, orar y meditar en su Palabra nos acerca más a Él y nos permite experimentar su amor y cuidado de manera más profunda.

En segundo lugar, debemos confiar plenamente en el Señor. No importa cuán difícil sea nuestra situación, debemos recordar que Dios es fiel y poderoso para cumplir sus promesas. No debemos permitir que el miedo o la duda nos roben la paz y la esperanza que encontramos en Él.

Finalmente, debemos vivir cada día con gratitud y gozo. Apreciar las bendiciones que Dios nos ha dado y buscar maneras de bendecir a los demás. Cuando vivimos de acuerdo con los principios de su Palabra, experimentamos una vida plena y abundante que solo proviene de Él.

Hermanos y hermanas, Salmos 91:16 es un recordatorio poderoso de la bondad y fidelidad de Dios. Él nos promete una vida abundante y la salvación eterna. No importa cuáles sean las circunstancias que enfrentemos, podemos confiar en que Él está con nosotros y nos guiará por el camino correcto.

Así que, en medio de los desafíos y pruebas de la vida, recordemos siempre las palabras del salmista: «Sobreabundancia de días saciaré, y mostraré a él mi salvación.» Que esta promesa nos inspire a buscar refugio en el Señor, confiar en su poder y vivir cada día con gratitud y gozo.

Salmos 91:16: «Sobreabundancia de días saciaré, y mostraré a él mi salvación.» Amén y amén.

Salmos 91:16: «Sobreabundancia de días saciaré, y mostraré a él mi salvación.»