¡Hola queridos hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero compartir con ustedes tres proverbios que nos brindan sabiduría y orientación en nuestra vida diaria. Estos proverbios nos enseñan valiosas lecciones que podemos aplicar en todas las áreas de nuestra vida, y nos animan a vivir de acuerdo con los principios de Dios. Así que, sin más preámbulos, permítanme presentarles los Tres Proverbios.
1. Proverbio número uno: «Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia» (Proverbios 3:5). Este proverbio nos recuerda la importancia de confiar plenamente en Dios en cada aspecto de nuestra vida. A menudo, nos enfrentamos a desafíos y decisiones difíciles, y es tentador confiar en nuestra propia sabiduría y conocimiento. Sin embargo, este proverbio nos insta a depositar nuestra confianza en el Señor, reconociendo que su sabiduría es infinitamente mayor que la nuestra. Cuando confiamos en el Señor, estamos en paz, sabiendo que Él nos guiará por el camino correcto.
2. Proverbio número dos: «Honra al Señor con tus riquezas y con las primicias de todos tus frutos» (Proverbios 3:9). Este proverbio nos enseña la importancia de honrar a Dios con nuestras finanzas y recursos. A veces, nos dejamos llevar por la tentación de acumular riquezas y poner nuestra confianza en ellas. Sin embargo, este proverbio nos insta a reconocer que todas nuestras posesiones y bendiciones provienen de Dios. Debemos ser generosos y darle a Dios lo que le pertenece, demostrando así nuestra gratitud y confiando en su provisión continua. Cuando honramos a Dios con nuestras finanzas, experimentamos su bendición y su fidelidad en nuestras vidas.
3. Proverbio número tres: «No menosprecies, hijo mío, el castigo del Señor, ni te canses de que él te corrija» (Proverbios 3:11). Este proverbio nos recuerda la importancia de recibir la corrección de Dios en nuestra vida. A menudo, nos resistimos a la disciplina y correción, ya que puede ser dolorosa y desafiante. Sin embargo, este proverbio nos insta a no menospreciar la corrección del Señor, sino a abrazarla y aprender de ella. La corrección de Dios es un acto de amor, destinado a guiarnos por el camino correcto y a ayudarnos a crecer en santidad. Cuando aceptamos la corrección de Dios, experimentamos su transformación en nuestras vidas y nos acercamos más a su imagen y semejanza.
Hermanos y hermanas, estos Tres Proverbios nos brindan sabiduría y orientación en nuestra vida diaria. Nos instan a confiar plenamente en el Señor, a honrarlo con todas nuestras posesiones y a recibir su corrección con humildad y gratitud. Cuando aplicamos estos principios en nuestras vidas, experimentamos una mayor cercanía con Dios y experimentamos su bendición y dirección en todo lo que hacemos.
Así que los animo a meditar en estos Tres Proverbios y a aplicarlos en sus vidas diarias. Dejemos que la Palabra de Dios nos guíe y nos transforme, y vivamos de acuerdo con sus principios. Confíen en el Señor, honrenlo con sus finanzas y reciban su corrección con humildad. Les aseguro que experimentarán una vida llena de bendiciones y propósito.
En resumen, los Tres Proverbios nos recuerdan la importancia de confiar en Dios, honrarlo con nuestras finanzas y recibir su corrección. Estos principios nos guían en nuestra vida diaria y nos ayudan a vivir de acuerdo con los propósitos de Dios. Que estos Tres Proverbios nos inspiren a buscar una relación más profunda con nuestro amado Señor y a vivir de manera que honremos su nombre en todo lo que hacemos.
¡Que Dios los bendiga abundantemente y les guíe en cada paso de su camino! Amén.
(Tres Proverbios)