Salmo 46:10-11, en la versión Reina Valera de la Biblia, nos dice: «Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob». Estas palabras poderosas y llenas de esperanza nos invitan a reflexionar y confiar en el poder y la presencia de Dios en nuestras vidas.
En medio de las dificultades y los desafíos que enfrentamos en este mundo, a menudo nos encontramos corriendo sin cesar, buscando soluciones y respuestas en cualquier lugar excepto en Dios. Pero el Salmo 46:10 nos insta a detenernos, a ser quietos y conocer a Dios. ¿Qué significa esto?
Cuando nos detenemos y guardamos silencio, le damos la oportunidad a Dios de hablar a nuestras vidas. Nos permite escuchar su voz, recibir su dirección y experimentar su paz que trasciende todo entendimiento. Es en esos momentos de quietud donde podemos conocer a Dios de una manera más profunda, descubriendo su amor, su gracia y su fidelidad.
El versículo continúa diciendo que Dios será exaltado entre las naciones y enaltecido en la tierra. Esto nos recuerda que Dios es soberano y tiene el control de todo. Aunque el mundo pueda parecer caótico y en crisis, Dios sigue siendo el Rey sobre todas las naciones y su poder y autoridad prevalecerán.
Como creyentes, no debemos temer ni preocuparnos por los problemas que nos rodean, porque el versículo 11 nos asegura que Jehová de los ejércitos está con nosotros. Él es nuestro refugio, nuestra fortaleza y nuestro protector. Podemos confiar en que, sin importar cuán difíciles sean nuestras circunstancias, Dios está a nuestro lado, luchando nuestras batallas y brindándonos consuelo.
El Salmo 46:10-11 nos invita a hacer una pausa en medio del caos, a confiar en Dios y a descansar en su presencia. Es en ese lugar de quietud donde encontramos fuerza y renovación para enfrentar cualquier situación que se presente. No importa cuán desesperanzador parezca el panorama, podemos tener la certeza de que Dios está obrando a nuestro favor.
Cuando nos aferramos a estas promesas, somos capaces de enfrentar los desafíos con valentía y fe. No importa cuán abrumadoras sean nuestras circunstancias, podemos estar seguros de que Dios está obrando en medio de ellas. Su poder y su gracia son suficientes para superar cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino.
En conclusión, el Salmo 46:10-11 nos recuerda la importancia de detenernos y conocer a Dios en medio de las dificultades de la vida. Nos invita a confiar en su soberanía y a encontrar refugio en su presencia. Que estas palabras inspiren y fortalezcan tu fe hoy: «Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob».
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