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Refugio luminoso: Salmos 18:28 revela el amparo divino


Salmos 18:28 – «Porque tú enciendes mi lámpara; Jehová, mi Dios, alumbrará mis tinieblas.»

Amados hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una poderosa promesa que encontramos en el libro de los Salmos, específicamente en el Salmo 18:28. Esta declaración del Salmo nos recuerda que Dios es quien enciende nuestra lámpara y nos guía en medio de cualquier oscuridad que podamos enfrentar.

Imaginen por un momento estar en una habitación completamente oscura, sin ninguna fuente de luz. La sensación de incertidumbre y miedo invade nuestros corazones. Pero, en ese momento de oscuridad, Dios nos promete que él es quien puede encender nuestra lámpara. Él tiene el poder de iluminar nuestras tinieblas y mostrarnos el camino que debemos seguir.

Quiero animarlos a reflexionar sobre las tinieblas que pueden estar presentes en sus vidas en este momento. Tal vez están atravesando una situación difícil, una enfermedad, una pérdida o una crisis emocional. Es en esos momentos cuando Dios quiere recordarnos que él es nuestra fuente de luz. Él está dispuesto a iluminar nuestro camino y guiarnos hacia la victoria.

No importa cuán oscuro parezca el camino, confíen en que Dios tiene el poder de alumbrar sus tinieblas. Él es fiel y está siempre dispuesto a ayudarnos. Incluso cuando todo parece perdido, él tiene la capacidad de encender una luz en medio de la oscuridad más profunda.

En la Biblia, encontramos numerosos testimonios de personas que experimentaron la intervención de Dios en medio de sus dificultades. Por ejemplo, el apóstol Pablo, quien escribió gran parte del Nuevo Testamento, atravesó momentos de gran adversidad. Sin embargo, él pudo decir con confianza: «Puedo todas las cosas en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4:13). Aunque enfrentó muchas pruebas y dificultades, Pablo confiaba en el poder de Dios para alumbrar su camino y llevarlo a la victoria.

Asimismo, el rey David, autor del Salmo 18, vivió numerosas batallas y enfrentó grandes desafíos a lo largo de su vida. Sin embargo, en medio de todas sus luchas, David encontró consuelo en la presencia de Dios. Él confió en que Dios sería su luz en medio de la oscuridad y su fortaleza en tiempos de prueba.

Queridos hermanos y hermanas, hoy quiero recordarles que no están solos en su caminar. Dios está con ustedes en todo momento, dispuesto a encender su lámpara y alumbrar sus tinieblas. No importa cuán desesperanzadora sea la situación, Dios tiene el poder de traer esperanza y luz a sus vidas.

Permítanme animarles a confiar en Dios y a buscar su presencia en medio de cualquier dificultad. Acérquense a él en oración, mediten en su Palabra y confíen en su promesa de ser su luz en medio de la oscuridad. Él es el único que puede encender su lámpara y guiarles hacia un camino de victoria.

En conclusión, el Salmo 18:28 nos recuerda que Dios es quien enciende nuestra lámpara y nos guía en medio de cualquier oscuridad. No importa cuán oscura sea nuestra situación, Dios tiene el poder de alumbrar nuestras tinieblas y mostrarnos el camino. Así que, queridos hermanos y hermanas, confíen en él y busquen su presencia en todo momento. Dios está dispuesto a encender su lámpara y llevarles a la victoria.

Salmos 18:28 – «Porque tú enciendes mi lámpara; Jehová, mi Dios, alumbrará mis tinieblas.»

Que esta poderosa promesa del Salmo 18:28 sea un recordatorio constante de la fidelidad y el poder de Dios en sus vidas. No importa cuán oscuro sea el camino, él está allí para encender su lámpara y guiarles hacia la victoria. Confíen en su amor y poder, y verán cómo él transforma sus tinieblas en luz. ¡Dios les bendiga!