JESÚS ES MI PASTOR SALMO
“El Señor es mi pastor, nada me faltará” (Salmo 23:1, RV).
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una verdad maravillosa que nos llena de esperanza y confianza: Jesús es nuestro pastor. En este hermoso salmo, el salmista David nos muestra cuán significativo es tener a Jesús como nuestro guía, protector y proveedor. Acompáñenme mientras exploramos las profundidades de este salmo y descubrimos cómo Jesús es nuestro pastor.
Cuando David dice “El Señor es mi pastor”, está expresando una relación personal y cercana con Dios. Es un reconocimiento de que Jesús es nuestro líder, nuestro cuidador y nuestro guía. Él nos conoce íntimamente y se preocupa por cada una de nuestras necesidades. Al igual que un pastor atento, Jesús vela por nuestras vidas, nos protege de los peligros y nos guía por caminos seguros.
Imaginemos por un momento a un pastor cuidando de su rebaño. Él conoce a cada una de sus ovejas, sabe cuándo están heridas, asustadas o necesitan alimento. De la misma manera, Jesús conoce nuestras debilidades, nuestras luchas y nuestras necesidades más profundas. Él está siempre dispuesto a proveer y cuidar de nosotros, incluso en los momentos más difíciles. No importa cuál sea nuestra situación, Jesús es el único que puede satisfacer nuestras necesidades.
En este salmo, el salmista nos habla de la provisión que encontramos en Jesús como nuestro pastor. Él dice: “En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará” (Salmo 23:2, RV). Jesús nos ofrece descanso y paz en medio de las adversidades. Él nos alimenta con su Palabra y nos refresca con el agua viva del Espíritu Santo. En los momentos de cansancio y desánimo, Jesús renueva nuestras fuerzas y nos da la fortaleza para seguir adelante.
Además, el salmista nos asegura que Jesús nos guiará por sendas de justicia: “Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre” (Salmo 23:3, RV). Jesús nos conduce por caminos rectos y nos enseña a vivir en obediencia a su palabra. Él nos muestra el camino hacia la vida abundante y nos da la sabiduría para tomar decisiones correctas. En Jesús encontramos dirección y propósito para nuestras vidas.
Queridos hermanos y hermanas, en medio de los desafíos y dificultades que enfrentamos en este mundo, podemos tener la certeza de que Jesús es nuestro pastor. Él está siempre presente, cuidando de nosotros y supliendo todas nuestras necesidades. No importa cuán oscuro sea el valle por el que estemos pasando, Jesús es la luz que nos guía y nos da esperanza.
Permítanme recordarles una vez más las hermosas palabras de David: “El Señor es mi pastor, nada me faltará”. En Jesús encontramos todo lo que necesitamos. Él es nuestro refugio seguro, nuestra fuente de paz y fortaleza. En sus brazos encontramos consuelo y protección.
Hermanos y hermanas, pongamos nuestra confianza en Jesús, nuestro pastor. Permitámosle guiar nuestras vidas, proveernos y protegernos. Sigamos sus pasos y vivamos en obediencia a su palabra. En Jesús encontramos esperanza, paz y vida eterna.
Recuerden siempre estas palabras: Jesús es mi pastor, Jesús es mi pastor, Jesús es mi pastor. En Él encontramos todo lo que necesitamos.
Que Dios les bendiga abundantemente.
Jesús Es Mi Pastor Salmo
Referencia Bíblica:
– Salmo 23, Reina Valera.