Y Jesús Lloró – Cita Bíblica
¡Saludos, amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy nos reunimos para reflexionar sobre un pasaje poderoso y conmovedor de la Palabra de Dios, que nos muestra el profundo amor y compasión que nuestro Señor Jesús tiene por nosotros. En este devocional, exploraremos la historia de «Y Jesús Lloró» y cómo este relato bíblico nos impacta y nos inspira en nuestra fe.
Y Jesús Lloró – Cita Bíblica
Nuestra historia comienza en el libro de Juan, capítulo 11. Aquí encontramos a Jesús, rodeado por una multitud, llegando al pueblo de Betania, donde vivían sus amigos María, Marta y Lázaro. Lázaro, a quien Jesús amaba profundamente, había fallecido. Cuando Jesús vio el dolor y la tristeza que embargaban a María y a Marta, las hermanas de Lázaro, fue profundamente conmovido.
En Juan 11:33-35 (Reina Valera), leemos: «Cuando Jesús la vio llorando, y a los judíos que la acompañaban llorando también, se conmovió en espíritu y se turbó, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró». Estas tres palabras, «Y Jesús lloró», nos revelan la humanidad de nuestro Salvador y cómo Él se identifica con nuestro dolor y sufrimiento.
Imagínense por un momento, queridos hermanos y hermanas, al Hijo de Dios, el Creador del universo, llorando por la muerte de su amigo. Jesús, quien es la resurrección y la vida, experimentó el dolor y la tristeza que la muerte trae consigo. Pero, ¿por qué lloró Jesús si sabía que iba a resucitar a Lázaro?
Jesús lloró porque Él entiende el dolor y la pérdida que enfrentamos en este mundo caído. Él lloró porque la muerte no es parte del plan original de Dios para la humanidad. Jesús lloró porque el sufrimiento nos duele a todos, incluido Él. A través de sus lágrimas, Jesús mostró su compasión y su amor inmenso hacia nosotros. Él nos enseñó que no estamos solos en nuestras aflicciones, sino que Él está con nosotros en cada lágrima derramada.
Hermanos y hermanas, la historia de «Y Jesús Lloró» nos invita a reflexionar sobre nuestro propio dolor y sufrimiento. Nos recuerda que Jesús es nuestro consolador, nuestro amigo fiel que nos entiende y nos sostiene en nuestras pruebas. Él nos anima a llevar nuestras cargas a Él, sabiendo que Él nos escucha y nos abraza en nuestro dolor.
Además, esta historia nos muestra el poder y la autoridad de Jesús sobre la muerte. Después de llorar, Jesús se acercó a la tumba de Lázaro y clamó en alta voz: «¡Lázaro, ven fuera!» (Juan 11:43). Y, milagrosamente, Lázaro salió de la tumba, vivo y restaurado. A través de este acto poderoso, Jesús nos enseña que Él es el Señor sobre la muerte y que tiene el poder de resucitar lo que estaba muerto en nuestras vidas.
Queridos hermanos y hermanas, en momentos de dolor y pérdida, recordemos que Jesús lloró y que Él es nuestro consolador compasivo. Recordemos que Él tiene el poder de resucitar lo que estaba muerto y de transformar nuestras situaciones más desesperadas. Invoquemos su nombre y confiemos en su amor y poder para llevarnos a través de cualquier dificultad que enfrentemos.
En conclusión, «Y Jesús Lloró» es una cita bíblica que nos impacta profundamente y nos recuerda el amor y compasión que Jesús tiene por nosotros. A través de sus lágrimas, Jesús nos muestra que Él entiende nuestro dolor y sufrimiento. Él es nuestro consolador y el Señor sobre la muerte. Encomendemos nuestras vidas a Él y confiemos en su amor y poder para llevarnos a través de cualquier dificultad.
Que la historia de «Y Jesús Lloró» nos inspire a confiar en Jesús en medio de nuestras pruebas y a llevar nuestras cargas a Él. Que su amor y compasión nos guíen en cada paso de nuestro camino y nos fortalezcan en nuestra fe. Recordemos siempre que Jesús lloró, pero también resucitó a Lázaro, demostrando su poder y victoria sobre la muerte.
Y Jesús Lloró – Cita Bíblica.
¡Que el Señor los bendiga y les dé consuelo en toda situación! Amén.