Conéctate Con Dios

Salmo139: La poderosa revelación de la verdad divina


Salmo 139: ¡Dios te conoce y te ama más de lo que puedes imaginar!

Hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes un salmo que ha sido una fuente de inspiración y consuelo para muchos a lo largo de los siglos: el Salmo 139. Este salmo nos recuerda que nuestro Dios es un Dios personal, que nos conoce íntimamente y nos ama incondicionalmente.

En el Salmo 139, el salmista David expresa su asombro y gratitud por la omnisciencia y omnipresencia de Dios. Comienza diciendo: «Señor, tú me examinas y me conoces. Tú conoces cuando me siento y cuando me levanto; desde lejos percibes mis pensamientos» (Salmo 139:1-2). Qué hermosa verdad es esta, hermanos, que nuestro Dios nos conoce tan bien, incluso mejor de lo que nos conocemos a nosotros mismos. Él sabe cada paso que damos, cada palabra que decimos, cada pensamiento que pasa por nuestra mente. No hay nada en nosotros que pueda ocultarse de su mirada amorosa.

El salmista continúa diciendo: «Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!» (Salmo 139:13-14). Qué hermosa es la verdad de que fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios. Cada uno de nosotros es una creación única y especial, cuidadosamente diseñada por nuestro Creador. No importa cómo nos veamos físicamente o qué talentos tengamos, todos somos maravillosamente hechos por Dios. Él nos ama y valora más de lo que podemos imaginar.

Además, el salmista nos recuerda que no importa a dónde vayamos, Dios siempre está con nosotros. Dice: «¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia? Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí» (Salmo 139:7-8). Qué consuelo y seguridad nos brinda esta verdad. No importa en qué situaciones nos encontremos, en qué dificultades estemos, Dios está siempre a nuestro lado. Él nunca nos abandona ni nos deja solos.

Es importante recordar que este Dios que nos conoce y nos ama profundamente también es un Dios de justicia y santidad. El salmista nos dice: «Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino y guíame por el camino eterno» (Salmo 139:23-24). Este es un llamado a la autoevaluación y a la búsqueda de la voluntad de Dios en nuestras vidas. Debemos estar dispuestos a permitir que Dios nos examine y nos corrija cuando sea necesario. Él desea guiarnos por el camino de la verdad y la vida eterna.

Queridos hermanos y hermanas, que el Salmo 139 sea un recordatorio constante de la presencia y el amor de Dios en nuestras vidas. No importa cuán solos o perdidos nos sintamos, Dios siempre está allí, esperando que nos acerquemos a Él. Él nos conoce íntimamente y nos ama incondicionalmente. No hay nada que podamos ocultar de su mirada amorosa. Permitámosle examinarnos, corregirnos y guiarnos por el camino eterno.

En conclusión, recordemos las palabras del Salmo 139: «Señor, tú me examinas y me conoces… Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón… Guíame por el camino eterno» (Salmo 139:1, 23-24). Que estas palabras nos inspiren a vivir una vida en comunión constante con Dios, confiando en su amor y dejándonos guiar por su voluntad. Amén.

Salmo 139, un recordatorio de que somos amados y conocidos profundamente por Dios.