Cita Bíblica: «El mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.» (1 Juan 2:17, Reina Valera)
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero hablarles sobre la cita bíblica «El mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre». Esta poderosa afirmación nos recuerda la temporalidad de las cosas terrenales y la importancia de enfocarnos en lo eterno.
Vivimos en un mundo que está en constante cambio. Las modas, las tendencias y las circunstancias de la vida pueden ser efímeras y transitorias. A menudo, nuestros deseos y ambiciones también están influenciados por estas fluctuaciones. Sin embargo, la Palabra de Dios nos insta a no poner nuestra esperanza en estas cosas pasajeras, sino en Aquel que permanece para siempre.
Dios nos creó para tener una relación con Él y para hacer su voluntad en nuestra vida. Cuando nos aferramos a los deseos del mundo, nos alejamos de la voluntad de Dios y nos perdemos el propósito para el cual fuimos creados. Es fácil dejarnos llevar por las tentaciones y los placeres temporales que el mundo nos ofrece, pero debemos recordar que esto es solo una ilusión.
El apóstol Juan nos dice claramente que «el mundo pasa, y sus deseos». Esto significa que todas las cosas terrenales, por más atractivas que parezcan, eventualmente desvanecerán. Las posesiones materiales, el poder y la fama son fugaces y no tienen ningún valor en comparación con la eternidad.
En lugar de aferrarnos a las cosas pasajeras de este mundo, debemos buscar hacer la voluntad de Dios. La voluntad de Dios es perfecta y eterna. Nos guía hacia una vida de propósito y significado, nos llena de paz y nos asegura una herencia eterna en el reino de los cielos.
Hacer la voluntad de Dios implica vivir de acuerdo con sus mandamientos y seguir el ejemplo de Jesús. Significa amar a nuestro prójimo, perdonar a quienes nos han ofendido, buscar la justicia y la verdad, y vivir una vida de humildad y servicio. Al hacer esto, nos alineamos con los valores del reino de Dios y experimentamos su bendición en nuestra vida.
La cita bíblica también nos asegura que aquellos que hacen la voluntad de Dios permanecen para siempre. Esto es una gran promesa. Mientras que todo lo demás en este mundo pasará, aquellos que siguen a Dios y hacen su voluntad tienen la garantía de una vida eterna en su presencia.
La vida eterna no es solo una promesa para el futuro, sino que también tiene implicaciones en nuestra vida presente. Cuando vivimos en comunión con Dios y hacemos su voluntad, experimentamos una paz y una alegría que trascienden las circunstancias terrenales. Tenemos la seguridad de que nuestro futuro está en las manos de un Dios amoroso y fiel.
Mis amados hermanos y hermanas, quiero animarlos hoy a reflexionar sobre la cita bíblica «El mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre». Que esta verdad transforme nuestra perspectiva y nos lleve a buscar lo eterno en lugar de lo temporal.
No permitamos que los deseos y las tentaciones del mundo nos aparten de la voluntad de Dios. En cambio, busquemos su guía y dirección en todas las áreas de nuestra vida. Recordemos que lo que importa no es lo que ganamos o acumulamos en este mundo, sino cómo vivimos en relación con Dios y con los demás.
Que esta cita bíblica sea un recordatorio constante en nuestras vidas. Que nos inspire a vivir con un enfoque eterno y a hacer la voluntad de Dios en todo momento. Y que encontrémonos en la gloriosa promesa de que aquellos que hacen su voluntad permanecen para siempre.
Cita Bíblica: «El mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.» (1 Juan 2:17, Reina Valera)