¡La paz sea con vosotros!
Hoy quiero compartir con ustedes una cita bíblica que nos llena de esperanza y nos invita a reflexionar sobre el poder del Espíritu Santo en nuestras vidas. La cita bíblica que quiero resaltar es Juan 20:22-23, la cual dice:
«Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.»
Estas palabras fueron pronunciadas por Jesús después de su resurrección, cuando se apareció a sus discípulos. En ese momento, Jesús les dio una gran responsabilidad y un regalo maravilloso: el Espíritu Santo. Con el soplo de su aliento, Jesús infundió en ellos el poder divino para perdonar los pecados y llevar la buena nueva a todas las naciones.
Imagínense la emoción y asombro que debieron sentir los discípulos al recibir el Espíritu Santo. Este regalo no solo les fue dado a ellos, sino que también está disponible para todos nosotros hoy en día. El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad y es una presencia constante en nuestras vidas como creyentes.
Cuando Jesús dice: «Recibid el Espíritu Santo», nos está invitando a abrir nuestro corazón y recibir este don divino. El Espíritu Santo es quien nos capacita, nos guía y nos fortalece en nuestra vida cristiana. Es a través de su presencia en nosotros que podemos experimentar la paz, el gozo y el amor de Dios de una manera profunda y transformadora.
Además, Jesús también nos da la autoridad para perdonar los pecados. Esto no significa que nosotros tenemos el poder de perdonar los pecados por nuestra cuenta, sino que somos instrumentos de Dios para llevar su misericordia y perdón a aquellos que se arrepienten. Es un privilegio y una responsabilidad que debemos tomar seriamente, sabiendo que es a través del perdón que podemos experimentar la reconciliación y la sanidad en nuestras relaciones.
En el versículo 23, Jesús también nos enseña que si retenemos los pecados de alguien, estos le serán retenidos. Esto nos recuerda que no debemos tomar a la ligera nuestro papel como mensajeros del perdón y la gracia de Dios. Debemos ser sabios y discernir cuándo es apropiado confrontar el pecado y cuándo es necesario ofrecer perdón y compasión.
Hermanos y hermanas, esta cita bíblica nos muestra el poder transformador del Espíritu Santo en nuestras vidas y nos llama a vivir una vida de perdón y misericordia. No podemos olvidar que somos portadores del amor de Dios y que tenemos la capacidad de marcar una diferencia en la vida de las personas que nos rodean.
¡Que el Espíritu Santo nos llene con su poder y nos guíe en este camino de fe y servicio! Recibamos con gratitud este regalo divino y permitamos que el Espíritu Santo nos transforme y nos capacite para ser testigos del amor y la gracia de Dios en el mundo.
En conclusión, la cita bíblica Juan 20:22-23 es un recordatorio poderoso de la presencia y el poder del Espíritu Santo en nuestras vidas. Nos invita a recibir este don divino y a vivir una vida de perdón y misericordia. Que podamos ser instrumentos de la paz y el amor de Dios en este mundo necesitado.
«Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.» (Juan 20:22-23)
Que la paz y la bendición del Espíritu Santo estén con todos ustedes. Amén.
Cita Bíblica: Juan 20:22-23