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La Cita Bíblica que Revela: Toda La Escritura Inspirada por Dios


Cita Bíblica: Toda la Escritura es inspirada por Dios

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una verdad fundamental que encontramos en la Palabra de Dios. En 2 Timoteo 3:16, leemos estas poderosas palabras: «Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia».

Estas palabras tienen un significado profundo y trascendental para nuestras vidas como creyentes. Nos revelan que cada palabra escrita en la Biblia es inspirada por Dios mismo. No es simplemente un libro escrito por hombres, sino que es la Palabra de Dios viva y activa, capaz de transformar nuestras vidas.

Cuando reconocemos la inspiración divina de las Escrituras, nos damos cuenta de su autoridad y poder. No es un libro común y corriente, sino que es la Palabra de nuestro Creador. Cada versículo, cada capítulo, cada libro de la Biblia lleva el sello de la sabiduría y el amor de Dios.

La Biblia es el manual de vida que Dios nos ha dado. A través de ella, encontramos las respuestas a nuestras preguntas más profundas y los principios que debemos seguir en nuestra vida diaria. Es un faro de luz en medio de la oscuridad, una guía segura en medio de la confusión del mundo.

En la Biblia, encontramos las promesas de Dios que nos infunden esperanza y fortaleza. Encontramos ejemplos de hombres y mujeres que vivieron su fe de manera valiente y obediente. Aprendemos de sus aciertos y de sus errores, y nos animan a seguir adelante en nuestra caminata con Cristo.

La Palabra de Dios es también nuestra arma en la batalla espiritual. En Efesios 6:17, se nos anima a «tomar el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios». La Biblia es nuestra espada, nuestra herramienta para luchar contra las mentiras del enemigo y para afirmar la verdad de Dios en nuestras vidas.

Cuando meditamos en las Escrituras, permitimos que el Espíritu Santo hable a nuestro corazón y nos guíe en nuestro caminar con Dios. No es solo un libro para leer superficialmente, sino que es un tesoro que debemos explorar con reverencia y humildad. A medida que nos sumergimos en la Palabra de Dios, experimentamos una comunión más profunda con nuestro Padre celestial.

La inspiración divina de las Escrituras nos muestra el amor inmenso de Dios por nosotros. Él no solo creó el mundo y nos creó a nosotros, sino que también se ha revelado a sí mismo a través de su Palabra. En cada página de la Biblia, encontramos su amor, su gracia y su misericordia.

La Biblia nos enseña cómo vivir una vida justa y santa delante de Dios. Nos muestra el camino de la salvación a través de Jesucristo, quien murió en la cruz por nuestros pecados. Nos anima a amar a Dios sobre todas las cosas y a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.

Queridos hermanos y hermanas, no subestimemos el valor de la Palabra de Dios en nuestras vidas. No la tomemos a la ligera ni la dejemos acumular polvo en nuestras mesas de noche. Hagamos de ella nuestra guía constante y nuestra fuente de inspiración.

En tiempos de dificultades, recurramos a la Palabra de Dios para encontrar consuelo y fortaleza. En momentos de alegría, agradezcamos a Dios y celebremos su bondad. En cada circunstancia, recordemos que «toda la Escritura es inspirada por Dios», y que en ella encontramos la verdad que nos guía hacia la vida eterna.

Cita Bíblica: Toda la Escritura es inspirada por Dios.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, que esta verdad resuene en nuestros corazones y nos impulse a profundizar en el estudio y la meditación de la Palabra de Dios. Que nunca perdamos de vista la importancia de la inspiración divina de las Escrituras y que siempre la valoremos como el tesoro invaluable que es.

Que el Espíritu Santo nos guíe y nos revele su sabiduría a medida que nos sumergimos en la Palabra de Dios. Que podamos experimentar su amor y su poder en cada página que leemos. Y que nuestras vidas reflejen la verdad y la gracia que encontramos en la Biblia.

Cita Bíblica: Toda la Escritura es inspirada por Dios.

En el nombre de Jesús, amén.