Salmo 9:17 – “Los malvados serán trasladados al Seol, y todas las naciones que se olvidan de Dios.”
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero hablarles sobre un versículo poderoso y esclarecedor de la Palabra de Dios. El Salmo 9:17 nos revela una verdad fundamental que debemos tener siempre presente: aquellos que se alejan de Dios y viven en maldad tendrán un destino eterno en el Seol.
En nuestro caminar como cristianos, es crucial comprender que nuestras acciones y decisiones tienen consecuencias tanto en esta vida como en la venidera. El Salmo 9:17 nos recuerda que Dios no pasa por alto la maldad y la injusticia. Aquellos que se olvidan de Él y se entregan a la maldad, serán trasladados al Seol, un lugar de tormento y separación de la presencia de Dios.
Sin embargo, no debemos considerar este versículo como una amenaza, sino más bien como una advertencia amorosa de nuestro Padre celestial. Dios nos ama profundamente y desea nuestro bienestar tanto en esta vida como en la eternidad. Él nos ha dado libre albedrío para elegir entre seguirle y honrarle, o alejarnos y vivir una vida en desobediencia.
La elección es nuestra, pero debemos tener en cuenta las consecuencias de nuestras acciones. El Salmo 9:17 nos insta a recordar a Dios en todo momento, a no olvidarnos de Él y a vivir de acuerdo con su voluntad. Si nos apartamos de su camino, si nos olvidamos de su amor y misericordia, entonces estaremos eligiendo un destino eterno separados de su presencia.
Es importante entender que Dios no desea que nadie perezca, sino que todos se arrepientan y encuentren salvación en Él (2 Pedro 3:9). Él anhela que nos volvamos a Él con corazones arrepentidos y confiemos en su gracia y perdón. A través de Jesucristo, tenemos la oportunidad de recibir el regalo de la salvación y ser reconciliados con Dios.
Es en este contexto que el Salmo 9:17 adquiere un significado aún más profundo. Nos recuerda que aquellos que se olvidan de Dios y viven en maldad están eligiendo un destino separados de su amor y gracia. Pero también nos señala la importancia de compartir el mensaje de esperanza y salvación con aquellos que aún no conocen a Cristo.
Como cristianos, tenemos la responsabilidad de ser embajadores de Cristo en este mundo. Debemos llevar el mensaje de salvación a todos los rincones de la tierra, para que aquellos que están perdidos puedan encontrar la vida eterna en Jesús. No podemos quedarnos en silencio, sino que debemos proclamar el amor y la verdad de Dios a toda criatura.
Queridos hermanos y hermanas, el Salmo 9:17 nos desafía a vivir de manera coherente con nuestra fe. No debemos conformarnos con una vida mediocre o complaciente, sino que debemos buscar la santidad y la justicia en todas nuestras acciones. Debemos recordar a Dios en todo momento y vivir conforme a su palabra, para no ser contados entre aquellos que se olvidan de Él.
Que este versículo sea un recordatorio constante en nuestras vidas, para que nunca nos apartemos del camino de Dios. Que nos motive a buscarle con todo nuestro corazón y a vivir una vida que le honre en todo momento. Que nos impulse a compartir su amor y su gracia con aquellos que aún no conocen a Cristo.
Recordemos siempre el Salmo 9:17: “Los malvados serán trasladados al Seol, y todas las naciones que se olvidan de Dios.” No olvidemos a Dios, no nos alejemos de su amor y misericordia. Confíemos en su perdón y gracia, y vivamos una vida que le glorifique en todo momento.
En el nombre de Jesús, amén.
Salmo 9:17 – “Los malvados serán trasladados al Seol, y todas las naciones que se olvidan de Dios.”