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Salmo 31:5: En tus manos, encomiendo mi espíritu


Salmo 31:5 – «En tu mano encomiendo mi espíritu; tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad.» (Reina Valera)

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy quiero compartir con ustedes una palabra de aliento y esperanza basada en el hermoso Salmo 31:5. Este versículo nos recuerda la importancia de confiar en Dios y poner nuestras vidas en sus manos, sabiendo que Él es nuestro redentor y el Dios de verdad.

En la vida, a menudo nos enfrentamos a situaciones difíciles y desafiantes. Puede ser que estemos lidiando con problemas financieros, conflictos familiares, enfermedades, pérdidas o cualquier otra circunstancia que nos haga sentir abrumados. En esos momentos, es fácil caer en la desesperanza y la desesperación, pero el Salmo 31:5 nos llama a actuar de manera diferente.

En lugar de aferrarnos a nuestras preocupaciones y tratar de resolverlo todo por nuestra cuenta, Dios nos invita a entregarle nuestras vidas y confiar en su poder y fidelidad. Él es el único que puede redimirnos y sacarnos de cualquier situación difícil en la que nos encontremos. Cuando ponemos nuestra confianza en Él, podemos experimentar su amor incondicional y su poder transformador.

La palabra «encomiendo» en el Salmo 31:5 tiene un significado profundo. Significa entregar algo o alguien en manos de otra persona con plena confianza. Cuando encomendamos nuestro espíritu a Dios, estamos reconociendo que Él es nuestro Creador y Sustentador, y que solo Él puede cuidar de nosotros de la mejor manera posible. Al hacerlo, liberamos el peso de nuestras preocupaciones y nos permitimos descansar en su amor y cuidado.

El Salmo 31:5 también nos recuerda que Dios es el Dios de verdad. En un mundo lleno de engaños y falsas promesas, Dios es la fuente de verdad y certeza. Él nunca nos defraudará ni nos abandonará. Podemos confiar plenamente en su carácter fiel y en su Palabra, que nos guía y nos da dirección en cada paso que damos. Su verdad nos libera de cualquier mentira y nos da la confianza de que Él siempre cumplirá sus promesas.

Queridos hermanos y hermanas, no importa cuál sea la situación en la que te encuentres en este momento, te animo a que pongas tu confianza en Dios y encomiendes tu espíritu en sus manos. Él es el único que puede redimirte y llevarte a través de cualquier dificultad. No hay problema demasiado grande para Él, ni carga demasiado pesada que no pueda llevar. Él es tu refugio y fortaleza en tiempos de tribulación.

Permítele ser tu guía y sostén en todo momento. No te preocupes por el futuro, porque Dios ya tiene un plan perfecto para ti. Confía en su amor y fidelidad, sabiendo que Él está trabajando en medio de tus circunstancias para bien.

Así que, hermanos y hermanas, levantemos nuestros corazones y declaremos con fe el Salmo 31:5: «En tu mano encomiendo mi espíritu; tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad». Que estas palabras sean un recordatorio constante de que tenemos un Dios poderoso y amoroso que nos cuida y nos guía en todo momento.

Que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, llene nuestros corazones mientras confiamos en Él y encomendamos nuestras vidas en sus manos.

Amén.

Salmo 31:5 – «En tu mano encomiendo mi espíritu; tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad.» (Reina Valera)