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Salmo 91:1-4: El refugio divino que protege y fortalece


Salmo 91:1-4 – ¡Un Refugio Seguro en Dios!

Salmo 91:1-4 (RV) dice: «El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad.»

¿Alguna vez te has sentido desprotegido, vulnerable o indefenso? ¿Has experimentado momentos de incertidumbre y miedo en tu vida? Todos enfrentamos situaciones en las que necesitamos un refugio seguro, un lugar donde podamos encontrar consuelo y protección. En medio de las adversidades y desafíos, el Salmo 91 nos presenta un mensaje de esperanza y fortaleza en Dios.

El Salmo 91 comienza invitándonos a habitar al abrigo del Altísimo. Es un llamado a buscar refugio en la presencia de Dios, a permanecer cerca de Él. Imagina un árbol frondoso que ofrece una sombra refrescante en un día caluroso. Así es la sombra del Omnipotente, un lugar donde podemos encontrar descanso y protección. Dios nos invita a acercarnos a Él y confiar en Su poder y amor.

En este Salmo, David declara audazmente: «Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré». Estas palabras nos muestran la certeza y confianza que David depositaba en Dios. Él reconocía que en medio de los desafíos y peligros de la vida, Dios era su refugio y su fortaleza. Al igual que David, debemos aprender a declarar que Dios es nuestra esperanza y nuestro castillo, el lugar seguro donde encontramos protección.

El Salmo 91 continúa asegurándonos que Dios nos librará de los lazos del cazador y de la peste destructora. Esto nos recuerda que Dios es nuestro defensor y protector. Él está atento a nuestras necesidades y nos guarda de todo mal. No importa cuán difícil sea la situación que enfrentemos, podemos confiar en que Dios nos rescatará y nos liberará de cualquier peligro.

El versículo 4 nos muestra una hermosa imagen de cómo Dios nos cuida: «Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad». Esta metáfora nos muestra la ternura y el amor de Dios hacia nosotros. Él nos envuelve con sus alas, nos protege y nos guarda. Su verdad es un escudo que nos defiende de las mentiras y engaños del enemigo. En Dios encontramos seguridad y protección.

Entonces, ¿cómo podemos aplicar el Salmo 91:1-4 a nuestras vidas? Primero, debemos buscar a Dios como nuestro refugio seguro. Acércate a Él, confía en Su poder y amor. Segundo, declara audazmente que Él es tu esperanza y tu castillo. Confía en que Dios es tu protector y defensor. Tercero, confía en que Dios te librará de cualquier peligro y te cubrirá con sus alas de amor. Descansa en Su verdad y confía en Su fidelidad.

El Salmo 91:1-4 es un recordatorio poderoso de que no estamos solos en medio de las dificultades. Tenemos un Dios amoroso que está dispuesto a ser nuestro refugio y fortaleza. Él nos protege, nos guarda y nos libra de todo mal. Encontramos descanso y seguridad en Su presencia. Así que, no importa lo que estés enfrentando en este momento, recuerda las palabras del Salmo 91:1-4 y confía en que Dios está contigo.

Que estas palabras te inspiren y te fortalezcan hoy. Que puedas experimentar la paz y la protección de Dios en tu vida. Recuerda siempre que Él es tu refugio seguro, tu esperanza y tu castillo. Descansa en Sus alas y confía en Su verdad. ¡Dios te bendiga!

Salmo 91:1-4 (RV):
«El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad.»

Salmo 91:1-4 (RV):
«El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad.»

Salmo 91:1-4 (RV):
«El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad.»