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Salmo 119:28, un bálsamo que renueva las fuerzas


Salmo 119:28 – «Mi alma se deshace de tristeza; fortaléceme según tu palabra.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una porción del hermoso Salmo 119. Este salmo es el más largo de toda la Biblia y está lleno de sabiduría y enseñanzas preciosas para nuestras vidas. Dentro de este salmo, encontramos el versículo 28, que dice: «Mi alma se deshace de tristeza; fortaléceme según tu palabra». Qué poderosa afirmación de fe y confianza en el Señor.

En nuestra vida cotidiana, todos enfrentamos momentos de tristeza, angustia y desesperación. Puede que estemos pasando por dificultades financieras, problemas de salud, conflictos familiares o incluso luchas internas en nuestra fe. En esos momentos, es fácil sentir que nuestra alma se deshace de tristeza, como menciona el salmista. Sin embargo, en medio de esa tristeza, el salmista nos muestra el camino hacia la fortaleza: la Palabra de Dios.

La Palabra de Dios es un tesoro inagotable de consuelo, esperanza y dirección. Cuando nos sumergimos en las Escrituras, encontramos palabras de aliento y promesas divinas que nos levantan y nos fortalecen. Dios nos habla a través de su Palabra, y cuando abrimos nuestros corazones para escucharlo, experimentamos Su presencia y Su poder transformador.

Cuando leemos la Biblia, encontramos historias de personas que también enfrentaron momentos de tristeza y desesperación, pero fueron fortalecidas por la Palabra de Dios. El rey David, por ejemplo, fue un hombre que enfrentó muchas adversidades en su vida. Sin embargo, en medio de sus luchas, David siempre encontró consuelo y fortaleza en Dios y en Su Palabra. Él escribió en el Salmo 119:28: «Mi alma se deshace de tristeza; fortaléceme según tu palabra». David sabía que su fortaleza no venía de sus propias fuerzas, sino de la Palabra de Dios que le recordaba el amor y la fidelidad de Dios.

Queridos hermanos y hermanas, cuando nos enfrentamos a momentos difíciles, también podemos encontrar fortaleza en la Palabra de Dios. No importa cuán desesperada sea nuestra situación, la promesa de Dios es que Él nos fortalecerá. Como dice el Salmo 119:28, Dios nos fortalecerá según Su Palabra. Pero esto requiere que nos acerquemos a Él, que abramos nuestras Biblias y que meditemos en Sus enseñanzas.

La Palabra de Dios nos enseña que somos amados, que somos valiosos y que tenemos un propósito en esta vida. Nos recuerda que Dios está con nosotros en todo momento y que Él tiene el control de todas las circunstancias. La Palabra de Dios nos muestra el camino hacia la paz, la esperanza y la alegría verdadera.

Entonces, queridos hermanos y hermanas, les animo a que busquen fortaleza en la Palabra de Dios. Dediquen tiempo cada día para leer, estudiar y meditar en las Escrituras. Permitan que las palabras de Dios penetren en sus corazones y fortalezcan su fe. Confíen en que, como dice el Salmo 119:28, Dios fortalecerá sus almas y les dará la fortaleza necesaria para enfrentar cualquier situación.

En conclusión, el Salmo 119:28 nos recuerda que, aunque nuestra alma pueda deshacerse de tristeza, Dios nos fortalecerá según Su Palabra. No importa cuán difíciles sean las circunstancias que enfrentemos, la Palabra de Dios es nuestra fuente de fortaleza y consuelo. Que esta porción de las Escrituras sea una guía y un recordatorio constante de que, en medio de nuestras luchas, Dios está con nosotros y nos fortalecerá. Que Su Palabra sea nuestro refugio y nuestra esperanza en todo momento.

Salmo 119:28 – «Mi alma se deshace de tristeza; fortaléceme según tu palabra.»