Salmo 17 18: El poderoso refugio de Dios
Saludos, queridos hermanos y hermanas en Cristo. Hoy quiero compartir con ustedes una porción de las Escrituras que nos llena de inspiración y fortaleza. Se trata del Salmo 17 18, un himno de alabanza y gratitud al Señor, nuestro poderoso refugio y protector.
En este Salmo, el salmista David nos muestra su profunda confianza en Dios y su reconocimiento de la fidelidad divina. Él comienza diciendo: «Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio» (Salmo 17 18:1-2).
Estas palabras nos revelan la relación íntima que David tenía con Dios. Él reconocía a Dios como su fortaleza, su roca, su castillo y su libertador. David sabía que no había otro lugar seguro donde refugiarse, excepto en los brazos amorosos de su Creador. Confiaba plenamente en la protección de Dios y sabía que Él era su escudo y el fuerte de su salvación.
En medio de las dificultades y luchas que enfrentaba, David encontraba consuelo y seguridad en la presencia de Dios. Él nos enseña que, sin importar cuán grande sea la adversidad, podemos aferrarnos a Dios y encontrar en Él nuestro refugio. Dios es nuestro alto refugio, un lugar donde podemos encontrar paz y fortaleza en medio de las tormentas de la vida.
El salmista continúa expresando su gratitud por la intervención divina en su vida: «A ti cantaré, oh Jehová, fortaleza mía; Cantaré alegremente de tu misericordia por la mañana; Porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia» (Salmo 17 18:3).
David no sólo confiaba en Dios como su refugio, sino que también le alababa y le daba gracias por Su misericordia y protección. Él reconocía que la mano de Dios lo había sostenido en los momentos de angustia y que Su amor nunca le había fallado. David encontraba alegría en cantar a Dios y en recordar Su fidelidad constante.
Queridos hermanos y hermanas, así como David encontró consuelo y fortaleza en Dios, también nosotros podemos hallar refugio en Él. No importa cuán difíciles sean nuestras circunstancias, podemos confiar en que Dios está con nosotros y nos sostendrá. Él nos brinda fortaleza y protección en medio de cualquier tormenta que enfrentemos.
En conclusión, el Salmo 17 18 nos recuerda la importancia de confiar en Dios como nuestro poderoso refugio. Nos enseña a depositar nuestra fe en Él y reconocer Su fidelidad constante en nuestras vidas. Que podamos seguir el ejemplo de David, cantando alegremente de la misericordia y protección de Dios, y encontrando en Él nuestra fuerza y consuelo en todo momento.
Que el Salmo 17 18 sea una fuente de inspiración y aliento para todos nosotros. Recordemos siempre que Dios es nuestra fortaleza y refugio en todo momento. A Él sea toda la gloria y la alabanza. Amén.
Salmo 17 18
«Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.
Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio.»