Salmo 37:3-5: “Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová; y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará.”
¡Saludos, amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy nos encontramos aquí para reflexionar sobre las poderosas palabras del Salmo 37:3-5. Estas palabras nos invitan a confiar en el Señor, a deleitarnos en su presencia y a encomendar nuestros caminos a Él. En medio de un mundo lleno de incertidumbre y ansiedad, estas promesas divinas nos brindan esperanza y fortaleza.
En primer lugar, el salmista nos insta a confiar en Jehová y a hacer el bien. La confianza en Dios nos permite descansar en su amor y en su sabiduría. Nos invita a depositar nuestra fe en Él, sabiendo que Él tiene el control de todas las cosas. Al confiar en el Señor, podemos vivir en paz y seguridad, sabiendo que Él nos guiará y nos protegerá en todo momento.
Parte esencial de confiar en Dios implica hacer el bien. Debemos buscar la justicia, la bondad y la compasión en todas nuestras acciones. Siguiendo los pasos de nuestro amado Salvador Jesús, podemos ser instrumentos de bendición en este mundo. Al hacer el bien, estamos viviendo de acuerdo con el propósito de Dios para nuestras vidas y estamos contribuyendo a la transformación de nuestra sociedad.
El salmista continúa diciendo que, si confiamos en Jehová y nos deleitamos en Él, Él nos concederá las peticiones de nuestro corazón. Esto no significa que recibiremos todo lo que deseamos, sino que Dios escuchará y responderá a nuestras peticiones de acuerdo a su perfecta voluntad y a lo que es mejor para nosotros. Al deleitarnos en el Señor, nuestros deseos se alinearán con los suyos, y nuestras oraciones serán conforme a su propósito.
Es importante destacar que el deleite en Dios no debe estar basado en lo que Él nos puede dar, sino en su propia presencia y en su carácter. Nuestro deleite debe ser en Él mismo, en su amor inagotable, en su gracia y en su fidelidad. Al buscar a Dios por quien Él es, encontramos satisfacción plena y verdadera alegría.
Finalmente, el salmista nos anima a encomendar nuestros caminos a Jehová y a confiar en Él. Nuestro Dios es un padre amoroso que se preocupa por cada detalle de nuestras vidas. Al encomendar nuestros caminos a Él, reconocemos que Él tiene el control y que Él guiará nuestros pasos en el camino correcto. Confiamos en su sabiduría y en su perfecto plan para nuestras vidas.
Amados hermanos y hermanas, en medio de los desafíos y las dificultades de la vida, recordemos siempre las palabras del Salmo 37:3-5. Confíen en Jehová y hagan el bien. Deléitense en su presencia y encomienden sus caminos a Él. Recuerden que Él es fiel y que cumplirá sus promesas en su tiempo perfecto.
Que estas palabras del Salmo 37:3-5 sean un recordatorio constante de la bondad y fidelidad de nuestro Dios. Que nos inspiren a vivir una vida de confianza en Él, haciendo el bien y buscando su voluntad en todo momento. Que nuestra fe en Él sea firme y que nuestro deleite esté en su presencia. ¡Que Dios bendiga abundantemente sus vidas!
Salmo 37:3-5: “Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová; y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará.”
Amen.