Acuérdate de tu Creador: Un llamado a la reflexión y la conexión espiritual
Cita Bíblica: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento” (Eclesiastés 12:1, Reina Valera).
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy me dirijo a ustedes con un mensaje inspirador y lleno de amor. En medio de las preocupaciones y ocupaciones de la vida cotidiana, a menudo olvidamos la importancia de mantener una conexión profunda con nuestro Creador. Pero hoy, les invito a recordar a Aquel que nos dio la vida y nos guía en todo momento.
En el libro de Eclesiastés, el sabio Salomón nos llama a la reflexión y a la acción. Nos insta a recordar a nuestro Creador en los días de nuestra juventud, cuando nuestra mente y corazón están llenos de energía y entusiasmo. Es en estos momentos en los que nuestras decisiones y acciones tienen un impacto duradero en nuestras vidas y en nuestro camino espiritual.
Acuérdate de tu Creador cuando te enfrentes a decisiones importantes en tu vida. Busca la guía y la sabiduría divina antes de tomar cualquier paso. La Biblia nos dice en Proverbios 3:5-6: “Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”. Cuando permitimos que Dios sea nuestro guía, podemos estar seguros de que nuestras acciones estarán en línea con su voluntad perfecta.
No olvides a tu Creador en los días buenos. A menudo, cuando todo va bien en nuestras vidas, tendemos a atribuir nuestros éxitos y bendiciones a nuestras propias habilidades y esfuerzos. Pero es importante recordar que todo lo que somos y todo lo que tenemos es un regalo de Dios. En Deuteronomio 8:18, leemos: “Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día se ve”. Agradecidos y humildes, debemos reconocer que Dios es nuestro proveedor y darle la gloria por cada bendición recibida.
En los momentos difíciles de nuestra vida, cuando enfrentamos desafíos y pruebas, es crucial recordar a nuestro Creador. Él es nuestra fortaleza y nuestra esperanza en medio de la adversidad. En Salmos 46:1 leemos: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. Acuérdate de tu Creador en esos momentos de dolor y angustia, y confía en que él siempre estará a tu lado, sosteniéndote y dándote fuerzas para superar cualquier dificultad.
Hermanos y hermanas, el llamado a acordarnos de nuestro Creador es un recordatorio constante de la importancia de cultivar una relación íntima con Él. No se trata simplemente de recordar su existencia, sino de vivir cada día en su presencia y en obediencia a su Palabra. Como se nos dice en Filipenses 4:8: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”.
Acuérdate de tu Creador en cada aspecto de tu vida. En tus relaciones, en tus metas y sueños, en tu trabajo y en tus momentos de descanso. Que tu vida sea un testimonio vivo de la presencia de Dios en ti. Que cada palabra que pronuncies y cada acción que emprendas reflejen su amor y su gracia.
En conclusión, hermanos y hermanas, el llamado a acordarnos de nuestro Creador es un llamado a vivir una vida en comunión con Él. Es un llamado a recordar que somos amados y guiados por un Dios que nos conoce y nos cuida. No permitamos que las distracciones y preocupaciones del mundo nos alejen de nuestro propósito fundamental: amar y servir a Dios.
Acuérdate de tu Creador hoy y siempre. No esperes a que lleguen los días malos para buscar su presencia. Comienza ahora mismo, en este mismo instante, a vivir una vida que honre y glorifique a Aquel que te creó con amor y propósito.
Cita Bíblica: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento” (Eclesiastés 12:1, Reina Valera).