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Salmo 119:116 – ¡Sosténme, y estaré seguro!


Salmo 119 116: “Susténtame conforme a tu palabra, para que viva; y no me defraudes de mi esperanza.”

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy quiero hablarles sobre la importancia de confiar en la Palabra de Dios y cómo esta confianza puede sustentarnos y llenarnos de esperanza en medio de las dificultades de la vida. En el Salmo 119:116, el salmista clama a Dios diciendo: “Susténtame conforme a tu palabra, para que viva; y no me defraudes de mi esperanza”. Estas palabras son un recordatorio poderoso de la necesidad de buscar el sustento y la fortaleza en la Palabra de nuestro amado Señor.

La vida puede ser dura. Enfrentamos pruebas y tribulaciones, luchas y desafíos que nos pueden desalentar y agotar. Sin embargo, el salmista nos muestra el camino hacia la vida abundante y la esperanza inquebrantable: la Palabra de Dios. Cuando nos aferramos a las promesas y los mandamientos de Dios, encontramos aliento y fuerza para perseverar.

La Palabra de Dios es un faro en medio de la oscuridad. Nos guía, nos instruye y nos nutre. En ella encontramos respuestas a nuestras preguntas, consuelo a nuestras penas y dirección para nuestras decisiones. Pero no solo eso, la Palabra de Dios es viva y eficaz, tiene el poder de transformar nuestras vidas y renovar nuestras esperanzas.

Cuando el salmista dice: “Susténtame conforme a tu palabra, para que viva”, nos muestra que la vida verdadera y plena solo se encuentra en Dios. No importa cuán difíciles sean nuestras circunstancias, si nos apoyamos en la Palabra de Dios, encontraremos vida en abundancia. Dios nos sostendrá y nos fortalecerá en medio de las pruebas, y nos dará la esperanza que necesitamos para seguir adelante.

Es importante recordar que nuestra esperanza no debe depositarse en las circunstancias o en las personas, sino en el Dios vivo y en Su Palabra eterna. El salmista nos insta a no ser defraudados de nuestra esperanza. Es fácil dejarnos llevar por el desánimo y la desesperación cuando las cosas no salen como esperamos, pero la Palabra de Dios nos recuerda que Él es fiel y que nunca nos abandonará.

Así que, queridos hermanos y hermanas, en medio de las dificultades y pruebas de la vida, anclémonos en la Palabra de Dios. Meditemos en ella, memoricémosla y apliquémosla a nuestras vidas. Dejemos que la Palabra de Dios sea nuestra guía, nuestro consuelo y nuestra esperanza. No importa cuán oscuro sea el camino, podemos confiar en que Dios nos sostendrá y nos dará la fuerza que necesitamos para seguir adelante.

En conclusión, el Salmo 119:116 es un recordatorio poderoso de la importancia de buscar nuestro sustento y fortaleza en la Palabra de Dios. Cuando confiamos en la Palabra de nuestro amado Señor, encontramos vida y esperanza en medio de las dificultades. Que hoy, y cada día de nuestras vidas, podamos decir con convicción: “Susténtame conforme a tu palabra, para que viva; y no me defraudes de mi esperanza”.

Salmo 119:116: “Susténtame conforme a tu palabra, para que viva; y no me defraudes de mi esperanza”.

Que la paz y el amor de Dios llenen sus corazones. Amén.