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La herencia de Jehová: Versículo Los hijos


Versículo Herencia De Jehová Son Los Hijos

¡Saludos, amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy me dirijo a ustedes como si estuviéramos reunidos en la iglesia, para compartir una palabra de aliento y esperanza basada en la Palabra de nuestro amado Señor. Permítanme recordarles una vez más el poderoso versículo: “Herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre” (Salmos 127:3, RV).

Este versículo es una joya en sí mismo, que nos habla de la bendición y el privilegio de ser padres. Nos recuerda que nuestros hijos son un regalo especial de Dios, una herencia que Él nos confía. No importa las circunstancias en las que seamos padres, ya sea que tengamos hijos biológicos, adoptados o incluso si somos líderes espirituales que guían a otros jóvenes en la fe, todos tenemos el poderoso llamado de criar y guiar a nuestros hijos hacia el Señor.

Hermanos y hermanas, en un mundo lleno de desafíos y adversidades, a menudo nos sentimos abrumados y preocupados por el futuro de nuestros hijos. Sin embargo, podemos encontrar consuelo y fortaleza en la promesa de que ellos son la herencia de Jehová. Nuestro Padre celestial los ha entregado en nuestras manos para que los cuidemos, los amemos y los guiemos en Su camino.

Como padres cristianos, tenemos la responsabilidad de enseñar a nuestros hijos los caminos del Señor. No se trata solo de transmitirles conocimiento bíblico, sino de vivir una vida que refleje el amor y la gracia de Dios en todo momento. Debemos ser modelos a seguir para ellos, mostrándoles cómo seguir a Cristo en todas las áreas de la vida. Nuestro testimonio y ejemplo tienen un impacto duradero en el desarrollo espiritual de nuestros hijos.

No obstante, no todos somos padres biológicos, y eso no nos excluye de esta hermosa promesa. Hay muchas formas en las que podemos ser padres espirituales y tener un impacto en las vidas de los jóvenes que nos rodean. Podemos ser mentores, maestros de escuela dominical, líderes de grupos juveniles o simplemente amigos que comparten el amor de Cristo con aquellos que nos rodean.

Queridos hermanos y hermanas, no subestimen el impacto que pueden tener en la vida de un niño o un joven. A menudo, son las pequeñas semillas de amor y verdad que sembramos en sus corazones las que germinan y crecen en un futuro firme y sólido en la fe. Incluso en momentos de frustración o desánimo, recordemos que somos colaboradores del Espíritu Santo en la vida de nuestros hijos.

Por lo tanto, no dejemos que el temor o la duda nos paralicen en nuestra labor como padres. En lugar de eso, busquemos la sabiduría y la dirección del Señor en cada paso del camino. Oremos constantemente por nuestros hijos, pidiendo que el Espíritu Santo los guíe y los proteja en todo momento. Recordemos que Dios tiene un plan perfecto para cada uno de ellos y Él está obrando en sus vidas de maneras que a menudo no podemos ver.

Queridos hermanos y hermanas, que este versículo sea un recordatorio constante de la importancia y el valor de nuestros hijos. Son una herencia preciosa y un regalo de Dios. No importa las dificultades que enfrentemos en la crianza de nuestros hijos, confiemos en que Dios está obrando en sus vidas de una manera poderosa.

Al concluir esta reflexión, les animo a que mediten en este versículo una vez más: “Herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre” (Salmos 127:3, RV). Que este versículo sea un faro de esperanza y fortaleza en su vida diaria. Que nos recuerde que nuestros hijos son un tesoro y una bendición que Dios nos ha confiado. Que nos inspire a criarlos en el temor y el amor del Señor, guiándolos hacia un futuro lleno de propósito y bendición.

Que la paz y la gracia de nuestro Señor Jesucristo estén con todos ustedes. Amén.

Versículo Herencia De Jehová Son Los Hijos.