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Salmo 138 139: Un canto de adoración y protección divina


Salmo 138 139: Un canto de gratitud y admiración

El Salmo 138 139 es un hermoso poema de alabanza y adoración a nuestro Dios Todopoderoso. En este salmo, el salmista expresa su profunda gratitud y admiración por la maravillosa creación de Dios y por Su amor incondicional hacia cada uno de nosotros.

Al comenzar este salmo, el salmista declara: “Te alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te cantaré salmos” (Salmo 138:1). Aquí vemos el compromiso del salmista de alabar a Dios con todo su ser y en presencia de cualquier otra entidad. Nada ni nadie puede compararse a la grandeza y el poder de nuestro Dios.

El salmista continúa diciendo: “Me postraré hacia tu santo templo y alabaré tu nombre por tu amor y tu fidelidad, porque has engrandecido tu nombre y tu palabra por encima de todo” (Salmo 138:2). Este verso nos recuerda la importancia de la humildad y la adoración ferviente hacia Dios. Reconocemos que Él es digno de toda alabanza y que Su amor y fidelidad son inigualables.

Sin embargo, el corazón del Salmo 138 139 se encuentra en la descripción detallada de la omnipresencia y el conocimiento de Dios. El salmista expresa su asombro de que Dios conoce cada uno de sus pensamientos y acciones, incluso antes de que las lleve a cabo. El salmista se maravilla al decir: “Tú has examinado mi corazón, me has conocido. Tú conoces cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento” (Salmo 138 139:1-2).

Este conocimiento íntimo y personal de Dios nos muestra Su amor y cuidado constante hacia nosotros. No importa dónde estemos o qué estemos pasando, Él siempre está con nosotros. El salmista reconoce esto al decir: “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subo a los cielos, allí estás tú; si en el sepulcro hago mi cama, también allí estás tú” (Salmo 138 139:7-8).

Esta verdad nos llena de seguridad y consuelo. No importa cuán solos o desanimados nos podamos sentir, Dios siempre está cerca. Él nunca nos abandona y siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones y brindarnos Su paz y fortaleza.

No podemos olvidar que somos maravillosamente creados por Dios. El salmista proclama: “Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré, porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien” (Salmo 138 139:13-14). Cada uno de nosotros es una obra maestra única y especial de Dios. Él nos conoce desde antes de nuestro nacimiento y tiene un plan perfecto para nuestras vidas.

En conclusión, el Salmo 138 139 nos anima a alabar y adorar a Dios con todo nuestro ser. Él es digno de toda alabanza y reconocimiento. Su amor y fidelidad son inigualables, y Su presencia es constante en nuestras vidas. Reconozcamos que somos maravillosamente creados por Él y que Él tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros.

Te invito a meditar en las palabras del salmista: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos. Ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno” (Salmo 138 139:23-24). Permitamos que Dios nos examine y nos guíe en Su camino perfecto.

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