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Versículo inspirador para iniciar el culto: ¡Eleva tu espíritu desde el principio!


Versículo para empezar el culto: “Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación” (Salmos 95:1, RVR1960).

¡Bienvenidos hermanos y hermanas a este bendito culto en el nombre de nuestro Señor Jesucristo! Hoy nos reunimos aquí con un propósito común: adorar y alabar a nuestro Dios, quien es digno de toda honra y gloria. Permítanme recordarles el versículo para empezar el culto una vez más: “Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación”.

El culto es un momento sagrado en el que nos congregamos como comunidad de fe para buscar la presencia de Dios, escuchar su Palabra y rendirle adoración. Es un tiempo en el que dejamos de lado nuestras preocupaciones y nos enfocamos en lo eterno, en la grandeza y el amor de nuestro Creador. En este culto, queremos exaltar a Dios, experimentar su presencia y ser transformados por su Espíritu Santo.

La adoración es esencial en nuestra relación con Dios. No solo se trata de cantar himnos o levantar nuestras manos, sino de rendirle nuestro corazón en total entrega. Cuando adoramos a Dios, reconocemos su soberanía, su amor incondicional y su fidelidad. A través de la adoración, nos acercamos a su trono de gracia y experimentamos su paz y consuelo.

En este culto, deseo animarles a venir con júbilo y alegría a la presencia de Jehová. No importa las circunstancias que estemos enfrentando, su poder y amor son mayores que cualquier problema o dificultad. Él es nuestra roca, nuestra fortaleza y nuestro refugio. En medio de las tormentas de la vida, él nos sostiene y nos guía hacia la victoria.

Además de la adoración, el culto también implica escuchar la Palabra de Dios. La Biblia es nuestra guía y fuente de sabiduría. En ella encontramos respuestas a nuestras preguntas, dirección para nuestras decisiones y consuelo en tiempos de prueba. Permítannos abrir las Sagradas Escrituras y recibir la revelación divina que Dios tiene preparada para nosotros en este culto.

En estos momentos de incertidumbre y cambios constantes en el mundo, es fundamental recordar que Dios es nuestro refugio y fortaleza. Él está con nosotros en medio de las dificultades y nos da fuerzas para seguir adelante. No importa cuál sea la situación que estemos atravesando, podemos confiar en que Dios tiene el control y nos llevará victoriosamente a través de ella.

Queridos hermanos y hermanas, llegamos al final de este inspirador culto, pero antes de despedirnos, quiero recordarles una vez más el versículo para empezar el culto: “Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación”. Que este versículo sea un recordatorio constante de que nuestra adoración y alabanza a Dios deben ser llenas de alegría y gratitud.

Siempre recordemos que el culto no termina aquí, sino que continúa en nuestras vidas cotidianas. Que nuestras acciones y palabras reflejen la adoración que hemos experimentado hoy. Que nuestro testimonio sea un reflejo del amor y la gracia de Dios para aquellos que nos rodean.

Que el Señor los bendiga y los guarde. Que su rostro resplandezca sobre ustedes y les conceda paz. Vayan en la certeza de que Dios está con ustedes en todo momento y que, a través de la adoración y la obediencia, experimentarán su presencia de una manera más profunda y significativa.

Versículo para empezar el culto: “Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación” (Salmos 95:1, RVR1960).