Propósito De Jesús En La Tierra Versículo
¡Bendiciones a todos mis amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy, quiero compartir con ustedes acerca del propósito supremo de Jesús en la tierra, tal como se revela en las Sagradas Escrituras. En la Palabra de Dios encontramos un versículo que encapsula la misión redentora de nuestro Salvador: «Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19:10, Reina Valera).
¿Qué significa esto para nosotros como creyentes? Significa que Jesús vino a este mundo con un propósito específico: buscar y salvar a aquellos que se habían perdido. Desde el inicio de la humanidad, la humanidad ha estado en una condición de pecado y separación de Dios. Todos hemos pecado y hemos caído cortos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Pero en su amor infinito y misericordia, Dios envió a su Hijo a la tierra para redimirnos y reconciliarnos con Él.
Jesús, el Hijo del Hombre, dejó su trono celestial y se hizo hombre para llevar a cabo esta misión salvadora. Él se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, incluso la muerte en la cruz (Filipenses 2:8). Jesús experimentó el sufrimiento y la muerte, no porque lo mereciéramos, sino porque él nos amó de manera incondicional. Fue a través de su sacrificio perfecto en la cruz que obtuvimos la redención y el perdón de nuestros pecados.
El propósito de Jesús en la tierra no se limitó solo a su sacrificio en la cruz. También enseñó y predicó el evangelio del Reino de Dios. Él proclamó las buenas nuevas de salvación y llamó a todos a arrepentirse y creer en Él (Marcos 1:15). Jesús enseñó sobre el amor de Dios, la vida eterna y el camino de la verdad. Su ministerio terrenal estuvo lleno de obras poderosas y milagros que demostraron su divinidad y confirmaron su mensaje.
Además, Jesús formó discípulos y les enseñó a vivir en obediencia y amor. Él les mostró cómo amar a Dios y amar al prójimo. Les instruyó en los caminos del Reino y los preparó para llevar el mensaje de salvación a todas las naciones. Jesús tenía una visión global, no solo para su generación, sino también para todas las generaciones venideras. Su propósito era establecer su Iglesia, un cuerpo de creyentes comprometidos a seguir su ejemplo y llevar su mensaje de esperanza al mundo entero.
Hermanos y hermanas, el propósito de Jesús en la tierra no terminó con su muerte y resurrección. Continúa hasta el día de hoy. Él sigue buscando y salvando a los perdidos a través de su Espíritu Santo y mediante sus seguidores fieles. Somos llamados a ser embajadores de Cristo, compartiendo el amor y la verdad de su evangelio a todos los que nos rodean (2 Corintios 5:20).
¿Cómo podemos vivir en línea con el propósito de Jesús en la tierra? Primero, debemos reconocer nuestra propia necesidad de salvación. Todos hemos pecado y necesitamos la gracia de Dios para ser salvos. En segundo lugar, debemos arrepentirnos de nuestros pecados y creer en Jesús como nuestro Señor y Salvador. Solo a través de Él podemos experimentar la reconciliación con Dios y recibir la vida eterna.
Además, debemos vivir vidas transformadas por el poder del Espíritu Santo. Debemos amar a Dios con todo nuestro corazón, alma y mente, y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22:37-39). Debemos reflejar el carácter de Cristo en nuestras acciones y actitudes, mostrando compasión, perdón y amor a todos los que encontramos en nuestro camino.
Queridos hermanos y hermanas, el propósito de Jesús en la tierra es una fuente inagotable de inspiración y esperanza para todos nosotros. Él vino a buscar y salvar a los perdidos, y eso incluye a cada uno de nosotros. No importa cuán lejos nos hayamos alejado de Dios, su amor y gracia siempre están disponibles para nosotros. ¡Qué privilegio y responsabilidad tan grande tenemos de compartir este mensaje con el mundo!
En conclusión, el propósito de Jesús en la tierra es buscar y salvar a los perdidos. Él vino a este mundo para redimirnos, enseñarnos, formarnos como discípulos y establecer su Iglesia. Nuestro llamado es vivir en línea con este propósito, compartiendo el amor y la verdad de Cristo con todos los que nos rodean. Que podamos ser fieles a esta gran tarea y llevar esperanza y salvación a aquellos que aún no conocen a nuestro Salvador. ¡Que el propósito de Jesús en la tierra sea siempre nuestro enfoque y guía en todo lo que hacemos!
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