Salmo 115: ¡Gloria solo a Dios!
Salmo 115 es un hermoso salmo que nos invita a reflexionar sobre la grandeza de nuestro Dios y a reconocer la importancia de poner nuestra confianza en Él. A lo largo de este salmo, el salmista nos muestra la diferencia entre nuestro Dios vivo y los ídolos hechos por manos humanas.
En este mundo en el que vivimos, a menudo nos encontramos rodeados de cosas en las que ponemos nuestra confianza: el dinero, el poder, la fama, entre otros. Sin embargo, el salmo nos recuerda que solo Dios merece toda nuestra gloria y confianza. Él es el único que puede satisfacer nuestras necesidades y brindarnos verdadero consuelo.
Cuando miramos alrededor, vemos a muchas personas que adoran y confían en ídolos hechos por manos humanas. Estos ídolos pueden ser estatuas, objetos materiales o incluso personas. Sin embargo, el salmo nos enseña que estos ídolos son inútiles y no pueden hacer nada por nosotros.
“Mas nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho” (Salmo 115:3). Esas palabras nos recuerdan que nuestro Dios no está limitado por el tiempo ni por el espacio. Él es todopoderoso y puede hacer cualquier cosa. No necesitamos confiar en ídolos que no pueden hacer nada por nosotros, sino que debemos poner nuestra confianza en el Dios vivo que ha creado todo lo que existe.
Al poner nuestra confianza en Dios, encontramos verdadera paz y seguridad. Él es nuestro refugio en tiempos de dificultad y nuestro consuelo en momentos de tristeza. “Fieles son sus misericordias para con nosotros, y la verdad de Jehová es para siempre” (Salmo 115:1). Podemos confiar en el amor y la fidelidad de Dios, sabiendo que Él siempre estará con nosotros, en cada momento de nuestras vidas.
En el Salmo 115 también se nos recuerda que debemos darle toda la gloria a Dios y no a nosotros mismos. A menudo, en nuestra sociedad actual, se busca la fama y la gloria personal. Sin embargo, el salmo nos enseña que solo Dios merece recibir toda la gloria y alabanza. “No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu misericordia, por tu verdad” (Salmo 115:1). Todo lo que hacemos debe ser para honrar y glorificar el nombre de Dios, reconociendo que Él es el único digno de recibir toda la gloria.
En resumen, el Salmo 115 nos invita a poner nuestra confianza en el Dios vivo y a reconocer la inutilidad de los ídolos hechos por manos humanas. Solo Dios puede satisfacer nuestras necesidades y brindarnos verdadera paz y seguridad. Él es nuestro refugio y consuelo en todo momento. Debemos darle toda la gloria a Dios y reconocer que Él es el único digno de recibirla. Que este salmo sea un recordatorio constante de la grandeza de nuestro Dios y de la importancia de poner nuestra confianza en Él.
Salmo 115: ¡Gloria solo a Dios!
[Texto del Salmo 115:3]
Salmo 115: ¡Gloria solo a Dios!