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La promesa de vida eterna en Juan 11:25-26


Cita Bíblica Juan 11:25-26

“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” (Juan 11:25-26, Reina Valera).

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una poderosa promesa de nuestro Señor Jesucristo que se encuentra en la Cita Bíblica Juan 11:25-26. Estas palabras nos llenan de esperanza y nos recuerdan el poder de la resurrección y la vida que tenemos en Cristo.

En este pasaje, Jesús se encuentra con Marta, la hermana de Lázaro, quien había fallecido. Marta le dice a Jesús que si hubiera estado allí, su hermano no habría muerto. Pero Jesús le responde con estas palabras que resuenan en nuestros corazones hasta el día de hoy: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?”

Estas palabras son un recordatorio de la vida eterna que tenemos en Cristo. Jesús se presenta a sí mismo como la resurrección y la vida, afirmando que aquellos que creen en Él no solo recibirán vida eterna después de la muerte, sino que también experimentarán su poder de resurrección en esta vida terrenal.

Nuestra fe en Jesucristo nos concede una esperanza inquebrantable, incluso en medio de la muerte y la adversidad. Cuando enfrentamos la pérdida de seres queridos, enfermedades o cualquier otra dificultad, podemos aferrarnos a esta promesa de Jesús y encontrar consuelo en su amor y poder.

Jesús nos invita a creer en Él, a confiar en su Palabra y a vivir en comunión con Él. Él es la fuente de vida eterna y nos llama a creer en su poder para traer vida incluso a los muertos. Esta promesa no solo se refiere a la resurrección física en el futuro, sino también a la resurrección espiritual que experimentamos al recibir a Jesús en nuestras vidas.

Cuando creemos en Jesús y vivimos en comunión con Él, recibimos la vida eterna que trasciende la muerte física. Nuestra fe nos conecta con el poder divino que nos transforma y nos da la capacidad de vivir una vida abundante y significativa aquí en la tierra.

Hermanos y hermanas, en momentos de dolor y tristeza, recordemos siempre la promesa de Jesús en Juan 11:25-26. No importa cuán difícil sea nuestra situación, podemos confiar en que Jesús es la resurrección y la vida, y Él tiene el poder de traer vida donde hay muerte.

En medio del sufrimiento, Jesús nos invita a creer en Él y a confiar en su plan perfecto para nuestras vidas. Aunque no siempre entendamos los caminos de Dios, podemos descansar en su amor y en su promesa de vida eterna.

Hermanos y hermanas, en este día, les animo a reflexionar sobre la Cita Bíblica Juan 11:25-26. Mediten en estas palabras de Jesús y permitan que su esperanza y su promesa de vida eterna llenen sus corazones.

Recordemos siempre que Jesús es la resurrección y la vida, y en Él encontramos la verdadera esperanza y el propósito para nuestras vidas. No importa lo que enfrentemos, Él está con nosotros y tiene el poder de traer vida y restauración en todas las áreas de nuestras vidas.

Que podamos vivir cada día confiando en la promesa de Jesús en Juan 11:25-26 y compartiendo su amor y esperanza con aquellos que nos rodean. Que nuestras vidas sean testimonios vivientes de su poder de resurrección y vida.

“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” (Juan 11:25-26, Reina Valera).

Amén y amén.