La grandeza de aquel que teme a Dios
En la vida cotidiana, a menudo nos encontramos rodeados de incertidumbre y temor. Sin embargo, como cristianos, tenemos un ancla de esperanza en la Palabra de Dios. El Salmo 112 Nvi nos brinda un mensaje poderoso de confianza en el Señor y nos muestra la grandeza de aquellos que temen a Dios.
El salmo comienza destacando la bendición que cae sobre aquellos que temen al Señor. Nos dice: “Dichoso el hombre que teme al Señor y halla gran deleite en sus mandamientos” (Salmo 112:1 NVI). Aquellos que temen a Dios y se deleitan en obedecer Su Palabra son verdaderamente bendecidos. El temor del Señor no significa tener miedo de Él, sino tener un profundo respeto y reverencia hacia Él. Esta actitud de reverencia nos lleva a buscar Su voluntad y a vivir de acuerdo a Sus mandamientos.
El salmista continúa describiendo las características de aquellos que temen al Señor. Dice: “Su descendencia será poderosa en la tierra, la generación de los rectos será bendita” (Salmo 112:2 NVI). Aquellos que temen al Señor no solo experimentan bendiciones en su propia vida, sino que también dejan un legado de bendición para las generaciones futuras. Sus hijos y descendientes serán poderosos y bendecidos en la tierra.
Además, el salmo nos revela que aquellos que temen al Señor son generosos y compasivos. Dice: “Quienes temen a Dios no tienen temor de dar, y reparten generosamente sus posesiones con los necesitados” (Salmo 112:9 NVI). La actitud de generosidad y compasión es una manifestación visible del temor del Señor en nuestras vidas. Cuando tememos a Dios, reconocemos que todo lo que tenemos es un regalo de Su amor y gracia, y estamos dispuestos a compartirlo con aquellos que lo necesitan.
El salmista también nos muestra que aquellos que temen al Señor son estables y confiados, incluso en medio de la adversidad. Dice: “No temerá las malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor” (Salmo 112:7 NVI). Aunque enfrentemos dificultades y desafíos en la vida, aquellos que temen al Señor pueden tener la seguridad de que Él está con ellos y los sostendrá en todo momento. Nuestra confianza no está basada en circunstancias cambiantes, sino en la fidelidad y el poder de nuestro Dios.
En resumen, el Salmo 112 Nvi nos recuerda la grandeza de aquellos que temen al Señor. Son bendecidos, poderosos, generosos, compasivos, estables y confiados. Su vida es un testimonio vivo de la presencia y el poder de Dios en medio de un mundo lleno de temor y desesperanza.
Que este Salmo sea un recordatorio constante para nosotros de vivir con temor y reverencia hacia Dios, de deleitarnos en Su Palabra y de confiar en Su guía y provisión en todas las circunstancias. Que nuestras vidas reflejen la grandeza de aquellos que temen al Señor y que Su bendición fluya a través de nosotros hacia las generaciones futuras.
“¡Dichoso el hombre que teme al Señor y halla gran deleite en sus mandamientos!” (Salmo 112:1 NVI).
“Quienes temen a Dios no tienen temor de dar, y reparten generosamente sus posesiones con los necesitados” (Salmo 112:9 NVI).
“No temerá las malas noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor” (Salmo 112:7 NVI).