Versículo de Aceptar a Cristo como Salvador
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero compartir con ustedes un versículo poderoso que nos recuerda la importancia de aceptar a Cristo como nuestro Salvador. Este versículo se encuentra en el libro de Juan, capítulo 3, versículo 16, y dice así:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
¡Qué hermosa promesa nos ofrece este versículo! Nos habla del amor inmenso que Dios tiene por cada uno de nosotros, al punto de enviar a su único Hijo para salvarnos. Jesús vino a este mundo por amor, para que aquellos que creen en él no se pierdan, sino que tengan vida eterna.
Aceptar a Cristo como Salvador implica reconocer nuestra necesidad de salvación. Todos hemos pecado y estamos separados de Dios, pero a través de Jesús podemos encontrar la reconciliación con nuestro Padre celestial. Al creer en él, estamos abriendo nuestro corazón a su amor y a su gracia salvadora.
Cuando aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, experimentamos un cambio profundo en nuestra vida. Nos convertimos en nuevas criaturas, liberadas del poder del pecado y de la condenación. El apóstol Pablo nos dice en 2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
Este versículo nos recuerda que, al aceptar a Cristo, dejamos atrás nuestro pasado y recibimos una nueva identidad en él. Ya no somos esclavos del pecado, sino hijos amados de Dios. Tenemos la seguridad de que nuestra vida ha sido transformada y que ahora caminamos en la luz de su amor y su verdad.
Cuando aceptamos a Cristo como Salvador, también recibimos el regalo maravilloso de la vida eterna. Jesús mismo nos lo asegura en Juan 10:28: “Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.”
La vida eterna no es solo una promesa para el futuro, sino una realidad que podemos experimentar desde el momento en que aceptamos a Cristo en nuestro corazón. La vida eterna no se trata solo de vivir para siempre, sino de vivir en comunión íntima con Dios, disfrutando de su presencia y de su amor en todo momento.
Queridos hermanos y hermanas, hoy les animo a reflexionar sobre este poderoso versículo de aceptar a Cristo como Salvador. Aceptemos el regalo inmenso que Dios nos ofrece a través de su Hijo amado. Abramos nuestro corazón a su amor y a su gracia salvadora. No importa cuál haya sido nuestro pasado, ni cuán lejos nos hayamos alejado de Dios, él está siempre dispuesto a recibirnos y a transformar nuestra vida.
No dejemos pasar esta oportunidad de recibir el amor y la salvación que solo Cristo puede ofrecer. Aceptémoslo como nuestro Salvador, creyendo en él con todo nuestro corazón. Permitamos que su Espíritu Santo nos guíe y nos transforme día a día, para vivir en plenitud y en comunión con nuestro Padre celestial.
Recordemos el versículo de aceptar a Cristo como Salvador: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Que este versículo resuene en nuestro corazón y nos inspire a vivir cada día con gratitud y gozo por la salvación que hemos recibido. Que este versículo sea nuestra guía y nuestra fortaleza en los momentos de dificultad. Que este versículo nos recuerde siempre el amor inmenso que Dios tiene por cada uno de nosotros.
En el nombre de Jesús, el Salvador y Redentor, amén.
Versículo de Aceptar a Cristo como Salvador.