¡Alaben a Jehová, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia! (Salmo 118:1, Reina Valera).
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero compartir con todos ustedes una poderosa verdad que se encuentra en el Salmo 118:1. Este versículo nos invita a alabar al Señor porque Él es bueno y su misericordia es eterna. En medio de cualquier circunstancia que estemos atravesando, debemos recordar que Dios es digno de nuestra alabanza y gratitud.
A lo largo de nuestras vidas, enfrentamos momentos de alegría y momentos de tristeza. Hay días en los que todo parece ir bien, y otros en los que nos encontramos en medio de pruebas y dificultades. Sin embargo, independientemente de nuestra situación, debemos recordar que Dios es bueno y su misericordia es infinita.
Cuando leemos el Salmo 118:1, podemos encontrar consuelo y esperanza en las palabras escritas por el salmista. La bondad de Dios es constante y su misericordia nunca se agota. A veces, podemos sentir que nuestras circunstancias nos superan, pero la verdad es que Dios está siempre presente, dispuesto a extendernos su mano de amor y gracia.
En medio de la adversidad, es fácil perder de vista la bondad de Dios. Podemos sentirnos desanimados, abrumados y sin esperanza. Sin embargo, el Salmo 118:1 nos recuerda que, a pesar de nuestras circunstancias, Dios es bueno y su misericordia es eterna. No importa cuánto tiempo haya pasado desde que enfrentamos una dificultad, su misericordia nunca se agota.
Queridos hermanos y hermanas, es importante que mantengamos una perspectiva correcta cuando enfrentamos situaciones desafiantes. No debemos permitir que las dificultades nos alejen de la verdad de que Dios es bueno y su misericordia es eterna. En lugar de enfocarnos en nuestras circunstancias, debemos fijar nuestros ojos en el Señor y en su fidelidad.
Cuando reconocemos la bondad de Dios y su misericordia infinita, nuestra perspectiva cambia. En lugar de sentirnos derrotados, encontramos fortaleza en Él. En lugar de desesperarnos, encontramos esperanza en su amor incondicional. En lugar de temer, encontramos paz en su presencia.
Hermanos y hermanas, no importa lo que estén enfrentando en este momento, los invito a alabar a Dios por su bondad y misericordia. Recordemos que su misericordia nunca se agota, incluso cuando nuestras fuerzas flaquean. Él es nuestro refugio y fortaleza en tiempos de angustia.
En conclusión, el Salmo 118:1 nos recuerda que Dios es digno de nuestra alabanza y gratitud. Su bondad es constante y su misericordia es eterna. No importa las circunstancias que enfrentemos, debemos mantener nuestros ojos en Él y confiar en su fidelidad. Que podamos vivir cada día alabando a Jehová, reconociendo su bondad y experimentando su amor incondicional.
¡Alaben a Jehová, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia! (Salmo 118:1, Reina Valera).
Que la bendición del Señor descienda sobre ustedes y les dé paz en medio de cualquier situación. Amén.
H2: Salmo 118:1 – ¡Alaben a Jehová, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia!