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Alabanzas y gratitud en Salmos 138: Un canto de amor y fe


Salmos 138 – Una Exaltación de la Fidelidad de Dios

¡Saludos, amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero compartir con ustedes un pasaje bíblico que ha sido una gran fuente de inspiración y aliento para mí: Salmos 138. Este salmo, escrito por el rey David, nos enseña sobre la fidelidad de Dios y cómo Él siempre cumple sus promesas.

En el versículo 1, David comienza diciendo: “Te alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te cantaré salmos”. Esta declaración nos muestra la actitud de gratitud y adoración que debemos tener hacia Dios. David entendió que el Señor merece toda nuestra alabanza y adoración, y que Él es digno de ser exaltado.

En el versículo 2, David declara: “Me postraré hacia tu santo templo, y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu verdad”. Aquí vemos la humildad de David al reconocer la santidad de Dios y su dependencia de Él. David reconoce que la misericordia y la verdad de Dios son dignas de alabanza. Dios es fiel en todas sus promesas y su fidelidad perdura para siempre.

A lo largo del salmo, David expresa su confianza en la fidelidad de Dios. En el versículo 3, David proclama: “El día que clamé, me respondiste; fortaleciste en mí el ánimo”. Esta afirmación nos recuerda que Dios siempre está dispuesto a escuchar nuestras oraciones y a responderlas. Él es nuestro refugio y fortaleza en tiempos de dificultad. Cuando clamamos a Él, Él nos fortalece y nos anima.

Queridos hermanos y hermanas, no importa lo que estemos enfrentando en nuestras vidas, podemos confiar en la fidelidad de Dios. Él nos ha prometido que nunca nos dejará ni nos abandonará. En momentos de prueba y tribulación, podemos encontrar consuelo y esperanza en las palabras de Salmos 138.

En el versículo 7, David afirma: “Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra”. Estas palabras nos recuerdan que Dios es nuestro defensor y protector. Él nos da vida y nos libra de los ataques del enemigo. Podemos confiar en que Él peleará nuestras batallas y nos llevará a la victoria.

Amados hermanos y hermanas, a medida que meditamos en Salmos 138, recordemos que Dios es fiel en todas las circunstancias. Él nunca cambia y siempre cumple sus promesas. Podemos alabarle y confiar en Él en todo momento, sabiendo que Él nos escucha y nos fortalece.

En conclusión, Salmos 138 es un pasaje bíblico que nos inspira a alabar y confiar en la fidelidad de Dios. A través de las palabras de este salmo, David nos enseña que podemos encontrar consuelo y esperanza en la promesa de Dios de estar con nosotros en todo momento. Que nuestras palabras y acciones reflejen la gratitud y adoración que Dios merece.

Recuerden estas palabras poderosas de Salmos 138: “El día que clamé, me respondiste; fortaleciste en mí el ánimo”. Permítannos siempre acudir a Dios en oración y confiar en su fidelidad. Que su amor y gracia nos guíen cada día de nuestras vidas. ¡Amén!

Salmos 138