Conéctate Con Dios

Alerta bíblica: ¡No todo el que me dice Señor, Señor!


Texto Bíblico: No todo el que me dice, Señor, Señor

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una enseñanza poderosa que se encuentra en la Palabra de Dios. En el libro de Mateo, capítulo 7, verso 21, Jesús nos dice: «No todo el que me dice, Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos».

Estas palabras de nuestro Señor Jesús son profundas y nos invitan a reflexionar sobre nuestra relación con Dios. Muchas veces, en nuestra vida cotidiana, podemos caer en la trampa de creer que el mero acto de llamar a Jesús «Señor» es suficiente para asegurar nuestra entrada al reino de los cielos. Sin embargo, Jesús nos advierte claramente que esto no es así.

Es importante recordar que Jesús no está negando la importancia de llamarlo «Señor». De hecho, reconocer a Jesús como nuestro Señor y Salvador es fundamental para nuestra fe. Pero Jesús nos está enseñando que el verdadero discipulado va más allá de las palabras. Se trata de vivir de acuerdo con la voluntad del Padre celestial.

En el versículo 22, Jesús continúa diciendo: «Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?». Aquí vemos a personas que han realizado grandes obras en el nombre de Jesús, pero eso no es suficiente para asegurar su entrada al reino de los cielos.

Es posible que nos sorprendamos al leer esto, ya que podríamos pensar que aquellos que realizan milagros y expulsan demonios en el nombre de Jesús son verdaderos seguidores de Cristo. Sin embargo, Jesús nos revela que el verdadero discipulado implica mucho más que simplemente realizar obras poderosas.

El versículo 23 nos muestra la respuesta de Jesús a aquellos que le dicen «Señor, Señor»: «Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad». Estas palabras son impactantes y nos recuerdan que nuestra relación con Jesús no puede basarse únicamente en palabras vacías.

Entonces, ¿qué nos enseña este texto bíblico? Nos enseña que nuestra fe en Jesús debe estar respaldada por una vida que refleje la voluntad de Dios. No basta con llamar a Jesús «Señor», sino que debemos obedecer sus mandamientos y vivir una vida de santidad.

En el libro de Lucas, capítulo 6, verso 46, Jesús nos dice: «¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?». Este versículo resalta la importancia de la obediencia a la palabra de Dios. No podemos afirmar que Jesús es nuestro Señor si no estamos dispuestos a seguir sus enseñanzas y sus mandamientos.

Queridos hermanos y hermanas, este texto bíblico nos desafía a examinar nuestra fe y nuestra relación con Jesús. ¿Estamos simplemente llamando a Jesús «Señor» con nuestros labios, o estamos verdaderamente comprometidos a hacer su voluntad?

No debemos conformarnos con una fe superficial, sino buscar una relación profunda con nuestro Señor Jesucristo. Esto implica buscar su voluntad a través de la lectura y meditación en su Palabra, la oración constante y la obediencia a sus mandamientos.

En resumen, no todo el que llama a Jesús «Señor, Señor» entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de Dios. Nuestra fe en Jesús debe ser respaldada por una vida que refleje su amor y obediencia a su palabra. No nos engañemos a nosotros mismos pensando que nuestras obras poderosas en su nombre son suficientes. Busquemos una relación íntima con él y vivamos de acuerdo con su voluntad.

Que este texto bíblico sea un recordatorio constante en nuestras vidas. No olvidemos que llamar a Jesús «Señor» es solo el comienzo, pero vivir para glorificarlo en todo lo que hacemos es lo que realmente importa. Aprendamos a ser verdaderos discípulos, obedientes y comprometidos con la voluntad de nuestro Padre celestial.

Texto Bíblico: No todo el que me dice, Señor, Señor.