Cita Bíblica: Mateo 3:13-17
“Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Pero Juan se le oponía diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces Juan le permitió. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.”
Cita Bíblica: Mateo 3:13-17
En la vida, todos enfrentamos momentos cruciales en los que debemos tomar decisiones que nos definen y nos marcan. En el pasaje bíblico de Mateo 3:13-17, encontramos uno de esos momentos cruciales en la vida de Jesús. Él se acerca a Juan el Bautista para ser bautizado en el río Jordán, y esta acción tiene un gran significado tanto para Jesús como para nosotros.
Juan, quien había estado bautizando a las personas para el arrepentimiento de sus pecados, se sorprende al ver a Jesús venir hacia él para ser bautizado. Juan reconoce la pureza y santidad de Jesús, y se siente indigno de realizar este acto en Él. Sin embargo, Jesús le explica que es necesario cumplir con toda justicia, y Juan accede a bautizarlo.
El momento del bautismo de Jesús es realmente asombroso. Después de ser sumergido en el agua, los cielos se abren y el Espíritu de Dios desciende sobre Él en forma de paloma. Además, se escucha una voz celestial que proclama: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”. Estas palabras confirman la identidad divina de Jesús y revelan la relación especial que tiene con Dios.
Este pasaje bíblico nos enseña varias lecciones valiosas. En primer lugar, el bautismo de Jesús nos muestra que Él se identifica plenamente con la humanidad. Aunque Jesús era sin pecado, se sometió al bautismo para cumplir con la voluntad de Dios y mostrar su solidaridad con nosotros. Él se hizo uno de nosotros para poder redimirnos y llevarnos a la reconciliación con Dios.
Además, el bautismo de Jesús es un ejemplo para nosotros. A través del bautismo, mostramos nuestra fe en Jesús y nos identificamos con su muerte, sepultura y resurrección. Es un acto simbólico que nos sumerge en el agua como un símbolo de nuestra muerte al pecado y nuestra nueva vida en Cristo. Al igual que Jesús, debemos obedecer a Dios y someternos a su voluntad, incluso cuando no entendemos completamente el propósito detrás de sus mandamientos.
Asimismo, el testimonio divino en el bautismo de Jesús nos revela la importancia de reconocer y proclamar quién es Él. Dios mismo declara que Jesús es su Hijo amado, en quien tiene complacencia. Esta declaración es una invitación para nosotros a reconocer y recibir a Jesús como nuestro Salvador y Señor. Él es el único camino hacia la reconciliación con Dios y la vida eterna.
En conclusión, el pasaje bíblico de Mateo 3:13-17 nos muestra un momento crucial en la vida de Jesús, donde se somete al bautismo y recibe la confirmación divina de su identidad. A través de este acto, Jesús nos enseña sobre su humildad, obediencia y amor por la humanidad. También nos desafía a seguir su ejemplo y reconocer quién es Él. Que este pasaje bíblico nos inspire a vivir en obediencia a Dios y a proclamar a Jesús como nuestro Salvador y Señor.
Cita Bíblica: Mateo 3:13-17