Cita Bíblica sobre el adulterio: Una guía para la pureza y fidelidad en el matrimonio
Introducción:
Cita Bíblica sobre el adulterio: Mateo 5:27-28 «Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.»
El adulterio es un tema delicado y doloroso en nuestra sociedad actual. A menudo, se minimiza su gravedad y se justifica como algo común. Sin embargo, como cristianos, debemos basar nuestras acciones y decisiones en los principios divinos revelados en la Palabra de Dios.
Desarrollo:
Dios nos ha dado principios claros y específicos sobre el adulterio en su Palabra. En el libro de Proverbios, encontramos advertencias respecto a los peligros de caer en esta tentación. Proverbios 6:32-33 nos dice: «Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace. Heridas y vergüenza hallará, y su afrenta nunca será borrada.»
Dios nos llama a ser fieles y puros en nuestros matrimonios. La fidelidad es un compromiso sagrado que debemos mantener en todo momento. El apóstol Pablo nos recuerda en Hebreos 13:4: «Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.»
En Mateo 19:4-6, Jesús enseñó sobre la importancia de la fidelidad en el matrimonio: «El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.»
El adulterio no solo es un pecado contra Dios, sino también un acto de traición y dolor hacia nuestros cónyuges. En Proverbios 5:15-17, encontramos un llamado a la satisfacción y gozo en nuestra relación matrimonial: «Bebe el agua de tu misma cisterna, y los raudales de tu propio pozo. ¿Se derramarán tus fuentes por las calles, tus corrientes de aguas por las plazas? Sean para ti solo, y no para los extraños contigo.»
Conclusión:
Cita Bíblica sobre el adulterio: Proverbios 6:32-33 «Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace. Heridas y vergüenza hallará, y su afrenta nunca será borrada.»
El adulterio es una grave violación de la confianza y el compromiso en el matrimonio. Nuestro deber como cristianos es buscar la pureza y la fidelidad en nuestras relaciones matrimoniales. Debemos recordar que nuestras acciones tienen consecuencias tanto en esta vida como en la eternidad.
Que cada uno de nosotros reflexione sobre las palabras de Dios y busque su fortaleza para resistir las tentaciones del adulterio. Dios nos ha dado su Palabra como una guía segura para vivir en pureza y fidelidad. Recordemos siempre la importancia de honrar y respetar el pacto matrimonial que hemos hecho delante de Dios.
Cita Bíblica sobre el adulterio: Hebreos 13:4 «Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.»
Oremos para que Dios nos conceda la sabiduría y la fuerza necesarias para resistir las tentaciones del mundo y vivir en obediencia a su Palabra. Que nuestra fidelidad y pureza sean un testimonio poderoso del amor de Dios en nuestras vidas. Que el Espíritu Santo nos guíe y nos fortalezca en nuestra lucha contra el pecado.
Cita Bíblica sobre el adulterio: Mateo 5:27-28 «Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.»
Que el Señor nos ayude a vivir en pureza y fidelidad, y a tratar nuestros matrimonios como un tesoro precioso. Recordemos siempre que Dios es fiel y nos dará la gracia necesaria para perseverar en la pureza y la fidelidad. Amando y respetando a nuestros cónyuges, honraremos a Dios y seremos testimonio de su amor en el mundo.
Cita Bíblica sobre el adulterio: Proverbios 6:32-33 «Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace. Heridas y vergüenza hallará, y su afrenta nunca será borrada.»