Cita Bíblica: «Cielo y tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.» – Mateo 24:35 (Reina Valera)
¡Queridos hermanos y hermanas en Cristo!
Hoy quiero compartir con ustedes una poderosa cita bíblica que nos invita a reflexionar sobre la eternidad de la Palabra de Dios. En Mateo 24:35, leemos estas palabras de Jesús: «Cielo y tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán». Estas palabras nos revelan la certeza y la inmutabilidad de las promesas divinas.
Es asombroso pensar en la grandeza de nuestro Dios, quien creó el cielo y la tierra con su palabra. Sin embargo, incluso el cielo y la tierra, que parecen tan vastos y eternos para nosotros, pasarán algún día. Pero las palabras de nuestro Señor Jesucristo permanecerán para siempre. Su Palabra es eterna y confiable, y nos brinda esperanza, consuelo y guía en todos los aspectos de nuestras vidas.
En un mundo en constante cambio y volátil, las palabras de los hombres pueden ser efímeras y vacías. Las promesas humanas pueden desvanecerse, las intenciones pueden cambiar y los compromisos pueden romperse. Sin embargo, las palabras de Dios son firmes y seguras. Su Palabra nos ofrece una base sólida en la cual podemos construir nuestras vidas.
Cuando enfrentamos dificultades y desafíos, podemos encontrar consuelo en el hecho de que las palabras de Dios no fallan. Él nos promete su amor incondicional, su perdón y su gracia abundante. Podemos confiar en sus promesas de proveer para nuestras necesidades y de estar siempre con nosotros. Nada en este mundo puede cambiar o invalidar las promesas de nuestro Dios fiel.
Es importante recordar que las palabras de Dios no solo son eternas, sino que también son poderosas. En Hebreos 4:12, leemos: «Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón». La Palabra de Dios tiene el poder de transformar vidas, sanar corazones heridos y guiar nuestros pasos por caminos de justicia.
Cuando nos sumergimos en las Escrituras, nos encontramos con verdades que trascienden el tiempo y el espacio. La Palabra de Dios nos muestra el camino hacia la reconciliación con Dios, nos revela su plan de salvación y nos enseña cómo vivir una vida plena y abundante en Cristo. No importa cuánto tiempo haya pasado desde que estas palabras fueron escritas, siguen siendo relevantes y aplicables a nuestras vidas hoy.
Mi amado hermano, mi amada hermana, te animo a aferrarte a la Palabra de Dios en medio de las tormentas de la vida. Cuando te sientas perdido o desanimado, recuerda que las palabras de nuestro Salvador son un faro de luz en la oscuridad. No importa cuán grandes sean tus dificultades o cuánto tiempo hayas esperado, la Palabra de Dios sigue siendo verdadera y poderosa.
En tiempos de incertidumbre, podemos encontrar consuelo en la promesa de que aunque el cielo y la tierra pasarán, las palabras de nuestro Señor Jesucristo permanecerán. Su amor, su gracia y su misericordia son eternos. Así que, mantengamos firmes nuestras convicciones en la Palabra de Dios y vivamos según sus enseñanzas, sabiendo que estamos edificando nuestras vidas sobre un fundamento seguro y duradero.
Que el Espíritu Santo nos guíe y fortalezca en nuestra fe, recordándonos siempre la maravillosa verdad de la cita bíblica: «Cielo y tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán» (Mateo 24:35). Amén.
Cita Bíblica: «Cielo y tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.» – Mateo 24:35 (Reina Valera)