Cita Bíblica De Ester: Una historia de valentía y fe
¡Bienvenidos hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero compartir con ustedes una historia inspiradora que se encuentra en la Cita Bíblica de Ester. Esta historia nos muestra el poder de la valentía y la fe en medio de tiempos difíciles.
En la Cita Bíblica de Ester, encontramos a una joven judía llamada Ester, quien se convierte en reina de Persia. Aunque su origen era humilde, Dios la eligió para cumplir un propósito muy especial. Ester vivió en una época en la que los judíos estaban en peligro debido a un decreto emitido por el malvado Amán, quien buscaba destruir al pueblo de Dios.
La historia comienza cuando el rey Asuero organiza un banquete y, en medio de la celebración, pide a su esposa, la reina Vasti, que se presente ante los invitados. Sin embargo, la reina se niega y esto provoca la ira del rey. Ante esta situación, sus consejeros le sugieren que busque a una nueva reina entre las jóvenes vírgenes del reino.
Es entonces cuando Ester, bajo la guía y protección de su tío Mardoqueo, es llevada al palacio para ser parte del grupo de mujeres que serían presentadas al rey. Dios estaba obrando en cada detalle de su vida, preparándola para el momento en que debería tomar una posición valiente y arriesgada.
Ester cautiva el corazón del rey y es elegida como su nueva esposa y reina. Sin embargo, la historia no termina ahí. Mardoqueo, quien también era judío, descubre un complot para asesinar al rey y lo informa a Ester. Ella, valientemente, intercede y el plan es frustrado. Esta acción de lealtad y valentía es registrada en la Cita Bíblica de Ester.
Pero el verdadero desafío para Ester llega cuando Amán, el hombre que tramaba la destrucción de los judíos, logra convencer al rey de emitir un decreto que permitiría su exterminio. Mardoqueo insta a Ester a usar su posición de influencia para interceder por su pueblo. Ester sabe que el peligro es inmenso, ya que acercarse al rey sin ser llamada podría costarle la vida. Sin embargo, ella confía en Dios y dice:
“Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca” (Ester 4:16).
Ester muestra una fe inquebrantable al confiar en Dios y poner su vida en Sus manos. Su valentía y su fe la llevan a tomar la difícil decisión de ir ante el rey sin una invitación.
Dios obra de manera milagrosa en la vida de Ester. El rey Asuero la recibe con gracia y escucha su petición. Como resultado, el decreto que amenazaba la vida de los judíos es revocado y Amán es castigado por sus malvados planes. El pueblo de Dios es librado gracias a la valentía y fe de Ester.
Hermanos y hermanas, esta Cita Bíblica de Ester nos inspira a vivir con valentía y fe en medio de las adversidades. Nos enseña que Dios puede usar a personas comunes y corrientes para cumplir Su propósito y proteger a Su pueblo. Nos recuerda que, al igual que Ester, debemos estar dispuestos a arriesgar todo por amor a Dios y a nuestros hermanos.
Así que, en medio de las dificultades que podamos enfrentar, recordemos la valentía y fe de Ester. Confíemos en que Dios está obrando en cada detalle de nuestras vidas y que Él nos guiará a través de las pruebas. Sigamos su ejemplo y pongamos nuestra confianza en el Señor, sabiendo que Él tiene el control de todas las situaciones.
Que la historia de Ester nos inspire a vivir con valentía y fe en nuestra vida diaria. Que recordemos que somos hijos e hijas del Dios Todopoderoso, y que en Él encontraremos el coraje para enfrentar cualquier desafío que se cruce en nuestro camino.
En conclusión, la Cita Bíblica de Ester nos muestra la importancia de la valentía y la fe en tiempos difíciles. Ester confió en Dios y arriesgó su vida para salvar a su pueblo. Sigamos su ejemplo y permitamos que Dios nos guíe en cada paso que demos. Recordemos siempre la Cita Bíblica de Ester y su mensaje de valentía y fe.
Cita Bíblica de Ester: Ester 4:16.
¡Que Dios les bendiga abundantemente! Amén.