Cita Bíblica de la Pascua: ¡Una Celebración de Esperanza!
¡Saludos queridos hermanos y hermanas en Cristo! Hoy nos reunimos para reflexionar sobre una cita bíblica muy especial: la Pascua. La Pascua es una festividad que nos llena de esperanza y nos recuerda la gloriosa resurrección de nuestro Señor Jesucristo. A través de estas palabras, profundizaremos en el significado de la Pascua y cómo podemos aplicar su mensaje en nuestras vidas.
La Pascua es una celebración que se remonta a los tiempos del Antiguo Testamento. En Éxodo 12:11-14 leemos: “Así lo comeréis: ceñidos vuestros lomos, vuestros calzados en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová. Porque yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová. Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto. Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová por vuestras edades; por estatuto perpetuo lo celebraréis.”
En este pasaje, Dios instruye al pueblo de Israel a celebrar la Pascua como un recordatorio de cómo los protegió durante la última plaga que azotó a Egipto. La sangre del cordero en las puertas de sus casas fue una señal para que el ángel de la muerte pasara de largo. Este evento marcó el inicio de la liberación de Israel de la esclavitud en Egipto, y desde entonces, la Pascua se ha convertido en una festividad sagrada para el pueblo judío.
Sin embargo, como cristianos, la Pascua adquiere un significado aún más profundo. En Mateo 26:26-28 leemos las palabras de Jesús durante la Última Cena: “Mientras comían, Jesús tomó el pan y, habiendo dado gracias, lo partió y lo dio a los discípulos, diciendo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.”
Estas palabras de Jesús revelan que Él se convierte en el nuevo cordero pascual, cuya sangre nos protege del juicio y nos libera de la esclavitud del pecado. Su cuerpo partido y Su sangre derramada son la manifestación suprema de amor y sacrificio. A través de Su muerte y resurrección, Jesús nos ofrece la oportunidad de ser reconciliados con Dios y recibir vida eterna.
Hermanos y hermanas, la Pascua es una invitación para vivir en la esperanza de la resurrección. Romanos 6:4 nos dice: “Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.”
Al aceptar a Jesús como nuestro Salvador y ser bautizados, somos unidos a Su muerte y resurrección. Nuestras viejas vidas son sepultadas y nacemos de nuevo en Cristo. La Pascua nos recuerda que, al igual que Jesús venció la muerte, también tenemos la promesa de una vida nueva y eterna con Él.
Esta celebración también nos llama a vivir en la esperanza de Su segunda venida. En 1 Tesalonicenses 4:16-17 leemos: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”
La Pascua es una promesa de que un día, Jesús volverá por Su iglesia. Nos llena de esperanza saber que, a pesar de los desafíos y dificultades que enfrentemos en esta vida, tenemos la seguridad de estar con Él por toda la eternidad.
Queridos hermanos y hermanas, en esta temporada de Pascua, recordemos la cita bíblica de la Pascua y su significado profundo. Celebremos con alegría y gratitud la resurrección de nuestro Salvador. Vivamos cada día en la esperanza de una vida nueva en Cristo y en la certeza de Su regreso glorioso.
Que la Pascua sea un recordatorio constante de la victoria que tenemos en Jesús. Que Su sacrificio y resurrección nos inspiren a vivir una vida plena y abundante en Él. ¡Gloria a Dios por la Pascua, la promesa eterna de esperanza y salvación!
Cita Bíblica de la Pascua: Éxodo 12:11-14
Cita Bíblica de la Pascua: Mateo 26:26-28
Cita Bíblica de la Pascua: Romanos 6:4
Cita Bíblica de la Pascua: 1 Tesalonicenses 4:16-17