**Cita Bíblica de Ofrenda: Un Acto de Gratitud y Generosidad**
Cita Bíblica de Ofrenda: 2 Corintios 9:7 (RVR 1960) – «Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.»
La ofrenda es un tema recurrente en la Biblia, y es un acto de gratitud y generosidad hacia Dios. A través de las Sagradas Escrituras, se nos enseña sobre la importancia de dar nuestras ofrendas y diezmos como una forma de honrar a nuestro Creador y confiar en Su provisión.
Cuando hablamos de ofrendar, no solo nos referimos a dinero o bienes materiales, sino también a nuestro tiempo, talentos y recursos. Cada uno de nosotros tiene algo valioso que ofrecer a Dios y a los demás, y la ofrenda es una manera de demostrar nuestro amor y compromiso hacia ellos.
El apóstol Pablo nos exhorta en 2 Corintios 9:7 a dar de corazón, sin tristeza ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Esto nos muestra que la ofrenda debe ser un acto voluntario y gozoso, no motivado por la obligación o la presión. Cuando damos con alegría, estamos reconociendo que todo lo que tenemos viene de Dios y estamos dispuestos a compartirlo con otros.
La ofrenda también es una demostración de confianza en la provisión divina. Al dar una parte de nuestros recursos, estamos confiando en que Dios suplirá todas nuestras necesidades según Su gloriosa riqueza en Cristo Jesús (Filipenses 4:19). Es un acto de fe que nos permite experimentar la fidelidad de Dios en nuestras vidas.
Además, la ofrenda es una forma de participar en la obra de Dios en el mundo. Al dar nuestras ofrendas a la iglesia o a causas benéficas, estamos contribuyendo al avance del Reino de Dios y al bienestar de aquellos que más lo necesitan. Jesús nos dice en Mateo 25:40: «En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis». Cada vez que damos, estamos sirviendo a Cristo y extendiendo Su amor y gracia a los demás.
La Biblia nos presenta ejemplos de hombres y mujeres que dieron ofrendas generosas y recibieron la bendición de Dios. En el Antiguo Testamento, Abraham dio un diezmo de todo lo que tenía a Melquisedec, sacerdote del Dios Altísimo (Génesis 14:20). Por su obediencia y generosidad, Dios le prometió bendiciones innumerables (Génesis 22:17).
En el Nuevo Testamento, leemos sobre la viuda pobre que dio dos pequeñas monedas como ofrenda en el templo. Jesús la elogió diciendo: «De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos» (Marcos 12:43). Aunque su ofrenda era pequeña en comparación con los demás, fue aceptada por Dios porque fue dada con sinceridad y sacrificio.
La Cita Bíblica de Ofrenda, 2 Corintios 9:7, nos recuerda que nuestras ofrendas deben ser dadas de acuerdo a lo que hemos decidido en nuestro corazón. No debemos dar de manera compulsiva o por obligación, sino con alegría y gratitud. Dios no necesita nuestras ofrendas, pero nos invita a dar como una expresión de nuestro amor y devoción a Él.
Queridos hermanos y hermanas, que la Cita Bíblica de Ofrenda nos inspire a ser generosos y alegres en nuestras ofrendas. Recordemos que cada ofrenda que damos es una oportunidad para honrar a Dios, confiar en Su provisión y participar en Su obra en el mundo.
Cita Bíblica de Ofrenda: 2 Corintios 9:7 (RVR 1960) – «Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.»
Que nuestras ofrendas sean un acto de gratitud y generosidad hacia Dios y hacia los demás. Que al dar, experimentemos la bendición y la fidelidad de nuestro Padre celestial. Y que nuestras ofrendas sean una forma de servir a Cristo y extender Su amor y gracia a un mundo que tanto lo necesita.
Cita Bíblica de Ofrenda: 2 Corintios 9:7 (RVR 1960) – «Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.»