Cita Bíblica: Del Corazón Salen Los Malos Pensamientos
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una poderosa enseñanza que encontramos en la Palabra de Dios. Esta enseñanza se encuentra en Mateo 15:19, donde Jesús nos dice: «Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias».
Esta cita bíblica, «Del corazón salen los malos pensamientos», nos muestra la importancia de cuidar nuestros corazones y de vigilar nuestros pensamientos. Nuestro corazón es el centro de nuestras emociones, deseos y pensamientos. Es el lugar donde nacen nuestras intenciones y motivaciones. Por lo tanto, es fundamental que nos examinemos constantemente para asegurarnos de que nuestros pensamientos estén alineados con la voluntad de Dios.
En este mundo lleno de distracciones y tentaciones, es fácil permitir que los malos pensamientos se arraiguen en nuestro corazón. Pensamientos de odio, envidia, lujuria, orgullo y descontento pueden surgir y afectar nuestra relación con Dios y con los demás. Pero Jesús nos advierte que estos malos pensamientos no tienen su origen en las circunstancias externas, sino en nuestro propio corazón.
Entonces, ¿cómo podemos proteger nuestros corazones y mantener nuestros pensamientos en línea con la Palabra de Dios? La respuesta se encuentra en Filipenses 4:8: «Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad».
El apóstol Pablo nos anima a enfocar nuestros pensamientos en todo lo que es verdadero, honesto, justo, puro, amable y de buen nombre. Esto implica llenar nuestras mentes con la Palabra de Dios, meditar en ella y permitir que su verdad transforme nuestros pensamientos. Cuando nuestros pensamientos están arraigados en la verdad de Dios, los malos pensamientos no tienen lugar en nuestro corazón.
Además, el Salmo 119:11 nos dice: «En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti». Memorizar y meditar en las Escrituras es una forma poderosa de guardar nuestro corazón y protegerlo de los malos pensamientos. Cuando la Palabra de Dios habita en nosotros, ella actúa como una espada de doble filo, confrontando y eliminando los pensamientos impíos que intentan infiltrarse.
También es importante recordar que no estamos solos en esta batalla contra los malos pensamientos. Tenemos el Espíritu Santo, quien nos guía y fortalece. Gálatas 5:22-23 nos dice: «Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley». Cuando permitimos que el Espíritu Santo obre en nosotros, estos frutos se manifiestan en nuestra vida, reemplazando los malos pensamientos con pensamientos de amor, paz y bondad.
Hermanos y hermanas, hoy les animo a examinar sus corazones y a vigilar sus pensamientos. Recuerden la cita bíblica: «Del corazón salen los malos pensamientos». No permitan que los malos pensamientos se arraiguen en su corazón y afecten su relación con Dios y con los demás. Enfóquense en la verdad de Dios, mediten en su Palabra y permitan que el Espíritu Santo transforme sus pensamientos. Confíen en que Dios es capaz de limpiar y renovar sus corazones, y que Él les dará la victoria sobre los malos pensamientos.
Que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y pensamientos en Cristo Jesús (Filipenses 4:7). Amén.
Cita Bíblica: Del Corazón Salen Los Malos Pensamientos